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¿Quién no recuerda la cara de felicidad de aquel bebé en la portada de ‘Nevermind’, el disco más famoso de Nirvana? Aquel niño, sumergido en una piscina, nos recuerda a todas y cada una de las caras que vemos en la piscina del Centro Acuático y Deportivo El Galeón.

Niños y niñas, desde los 6 meses de edad hasta los 17 años de los más mayores, disfrutan, cada día, de las diversas actividades que ofrece el centro en sus dos piscinas, una de ellas semi-olímpica: matronatación, escuela de natación o natación sincronizada son los puntos fuertes del club acuático.

“Me da igual si los niños quedan primeros o últimos. Si se divierten, yo ya he cumplido mi objetivo”, nos cuenta Oliver Sanz, el responsable de la escuela y de la zona de aguas del CAD El Galeón.

Instalaciones 5 estrellas

Junto a él, nos recibe Patricia Arranz, la encargada de coordinar al grupo de natación sincronizada. Ambos destacan el hecho de poder entrenar en unas “instalaciones 5 estrellas”, donde, quién sabe, si estarán formando a los próximos olímpicos nacionales.

Entre los dos cuentan con más de 70 niños y niñas -50 en la escuela y más de 20 en la sincronizada-, de los cuales no todos están federados: “la mayor parte compiten a nivel escuela, que lo hacen contra otras escuelas en torneos amistosos”.

El propio Oliver lamenta que “son pocas las 3 horas semanales para seguir creciendo a nivel federativo”, pero destaca que “en cada competición, nuestros niños y niñas de la escuela se cuelgan una o dos medallas”.

Una selección singular

El proceso de entrada a la escuela suele ser muy sencillo: Oliver hace una prueba de nivel a los pequeños y, en la gran mayoría de los casos, están dentro. Aunque el principal valor de los chicos y chicas suele ser uno que va más allá del talento: las ganas.

“A mí no me interesa tener a un niño obligado”, nos cuenta el monitor, asegurando que la natación se debe realizar por diversión. Esa diversión la vemos dentro de la piscina, donde entrenan las chicas de la sincronizada escuchando las indicaciones de Patricia.

Su gran valor

Pero si hay algo en lo que disfrutan tanto Oliver como el resto de monitores del centro, ocurre en la piscina pequeña. Allí se realiza la matronatación, un programa didáctico a través del cual aprenden a nadar nuestros bebés.

“Tengo dos niñas y para mí, como padre, es un trabajo muy bonito”, confiesa Oliver, que no tarda en recomendar esta actividad: “es el deporte más completo”. Matronatación como la escuela o la sincronizada...os invitamos a disfrutar de estos servicios. ¡A mojarse!