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‘Bar & Sound’ es el último tema de DVD. El rapero mostoleño vino a los estudios de Soyde. a presentarnos su última joya; además de su nuevo estudio, creado desde cero y sin una compañía discográfica detrás. ‘Bar & Sound’ es, para él, tan solo una canción para estrenar el nuevo estudio. Y para ello, invitaron a todos los amigos posibles a la grabación de su videoclip en el propio estudio. Su primer videoclip profesional.

DVD quiere reconocer el valor a Dawiz y Héctor Espinosa, quienes se encargaron del audio y del vídeo, respectivamente, pues “están mucho más rodados que nosotros”. Además, tampoco se olvida de maquilladoras, decoradores y el resto del equipo que “ayudaron a que este proyecto fuese posible”.

“Tan solo es el principio”, asegura DVD. A pesar de ser su primer gran videoclip, DVD y ‘los chatos’, que así se llaman entre ellos, tienen muchas más canciones grabadas. Aunque, muy exigentes con ellos mismos, no quieren “subir cualquier cosa”. Les gustaría darle “dos o tres vueltas más a sus borradores de audios” y subirlos a YouTube con un “videoclip apropiado y currado, no con una simple foto a gif”, concluye DVD.

Crear un estudio es un gran paso, pero tan solo un paso más

Cuando el rapero mostoleño afirma que tan solo es el principio, no es una simple idea vacía. Hace un par de años comenzaron su proyecto más ambicioso: crear un estudio propio. Y tras “ocho o nueve meses a pico y pala, barnizando paredes, lijando y poniendo el suelo…” su sueño se cumplió. Transformaron un simple local de alimentación en la cuna de su arte. Sin ayuda de nadie y alejados de las compañías discográficas que te allanan el camino, al estilo Natos y Waor. Y ha sido “muy duro” porque han tenido que alquilar el espacio, insonorizarlo y comprar todos los materiales y “no nos sobra el dinero”, afirma resignado, pero orgulloso.

La evolución siempre es necesaria. DVD cree que la clave es “darle siempre una vuelta de más a lo que estás haciendo”. Los principios nunca son fáciles, reconoce. "Comenzamos a grabar dentro de un armario, quitábamos la ropa y las perchas, metíamos el micrófono ahí dentro”. Y, aunque “no sonaba mal”, no querían quedarse estancados y empezaron a plantearse la posibilidad de montar su propio estudio, que hoy en día es ya una realidad.