Hersill S.L. se suma a la carrera contra el coronavirus. La empresa española fabricante de respiradores con sede en el Polígono Las Nieves de Móstoles se ha convertido en un pilar de nuestra economía en esta pandemia. Así lo valora la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que, durante rueda de prensa el pasado domingo, aseguraba que "la agresiva competición internacional por estos productos ha forzado a España a depender de la producción de sus propias empresas". Un giro en los acontecimientos que permitirá no depender de ningún país externo y permitir que España sea capaz de autoabastecerse en este sentido.
Montero mencionó los productos clave en esta crisis: mascarillas, guantes, kits de diagnóstico y, cómo no, los respiradores. Máquinas que inyectan aire a presión hasta que el pulmón se regenera y que pueden salvar vidas de enfermos gravemente afectados por COVID-19. Aquí entra en juego Hersill S.L. y sus 60 trabajadores, que hacen turno de mañana, tarde y noche para continuar con el objetivo que se han marcado y ya han conseguido: pasar de la producción de 10 respiradores a la semana el mes de marzo a 100 al día en el mes de abril.
De su nave, salían camiones este lunes por la mañana con respiradores destinados al hospital de campaña de IFEMA, en la capital. Igualmente, tenían previsto hacer entregas este mismo lunes en otros hospitales madrileños como el Gregorio Marañón.
Los resultados han sido posibles gracias a la coordinación de cientos de empresas distribuidas por todo el territorio nacional
Unos resultados ambiciosos que se han conseguido gracias a las cientos de empresas coordinadas por el Ministerio de Industria y la patronal del sector tecnológico, Ametic, que se han organizado para multiplicar la capacidad de producción de la pequeña industria española de repiradores ubicada en Móstoles. España solo cuenta con dos pequeños fabricantes de respiradores, Hersill y la valenciana Temel, aún más pequeña, con solo 15 trabajadores.
Ambas, fundadas en 1973 y 1975 respectivamente, compraban parte de sus componentes en el extranjero y, ahora, deben encontrarlos en el mercado nacional, de ahí que este esfuerzo implique a productores distribuidos por todo el territorio nacional.