MENÚ

El PSOE parece estar a punto de resolver el que ha sido uno de los casos más truculentos de la política regional de los últimos tiempos. Móstoles ha copado la actualidad tras los sucesivos escándalos protagonizados por su alcaldesa, Noelia Posse, por reiterados casos de enchufismo. Entre los escándalos más sonados destaca el nombramiento de su propia hermana, Laura Posse, como responsable de las redes sociales del ayuntamiento con unas retribuciones de 52.000 euros, el ascenso de su tío a la dirección técnica de Deportes del Ayuntamiento de Móstoles con la que percibiría 1.607 euros más al mes, pasando por su propia subida de sueldo de casi un 17%, como primera medida de la legislatura.

Pero esta retahíla de enchufes parece no haber sido suficiente para el PSOE. Fuentes del partido en Madrid confirman a Soyde. que el Comité Regional de Ética resolvió a mediados de julio “por presiones de la Ejecutiva Federal” que los hechos ocurridos “podrían ser constitutivos de una falta grave al ser una mala conducta ética y provocar daño al partido, acorde al artículo 88 de los Estatutos Federales del PSOE”. El partido tenía intención de acelerar la resolución del caso “antes de que prescribiera”.

Posse se libra

Las consideradas como faltas graves en los reglamentos de la formación se penalizan con nueve meses de suspensión de militancia. Precisamente ese fue el castigo voluntario que se autoimpuso Posse en octubre de 2019, renunciado a la militancia de forma cautelar hasta que el Comité alcanzara una resolución. El PSOE entiende que la sanción ya está resuelta y propone que “se concluya ya el expediente”, tal y como aseguran estas mismas fuentes a Soyde.

Posse se libra del castigo. Ni siquiera las voces críticas de algunos socialistas de peso han podido con la regidora mostoleña. Fue la propia presidenta del PSOE, Cristina Narbona, quien en una entrevista concedida a Soyde. el pasado mes de febrero pidió a la alcaldesa “asumir responsabilidades” por un comportamiento que “ha generado rechazo social”. La actual vicepresidenta del Senado recordaba entonces a Posse que, las formas, en política, son fundamentales: “Aquí vale aquello de que la mujer del César no solo tiene que ser honesta sino parecerlo”.

Una línea crítica que lideró el entonces secretario general de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, quien alentó a la alcaldesa a revocar los nombramientos y llegó a pedir su dimisión. Un desenlace que ni siquiera se va a producir por mandato del partido. Noelia Posse queda impune y evidencia su poder en Moncloa.