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En Cruz Roja Móstoles se está realizando el diagnóstico de entorno y capacidades, una revisión muy importante del trabajo que se llevó a cabo hace dos años. David Navalón, Director técnico de Cruz Roja Móstoles, nos explica en qué consiste esta labor, que incluye jornadas de formación sobre la labor a desempeñar por parte del grupo de voluntarios: “estamos actualizando y revisando las capacidades de nuestra ciudad y los servicios sociales y otras entidades que también están trabajando en nuestro municipio, para coordinar nuestras acciones y elaborar el Plan de Acción del año que viene”. Un Plan de Acción que se redactará tras la finalización de estos trabajos, y en el que también se contempla la gestión de los recursos de Cruz Roja: “son limitados, así que hay que ajustarlos a las necesidades que tiene nuestra ciudad”.

El papel de la organización es especialmente relevante en la situación de crisis que se está viviendo como consecuencia de los efectos de la pandemia. “Desde el año pasado la afluencia principal de personas que acuden a Cruz Roja, sobre todo personas nuevas, están relacionadas con todos los problemas que se han derivado del COVID, y no solamente económicos, si no también de salud”, señala Navalón, quien añade que “nuestra principal acción en los últimos meses se ha centrado en paliar los efectos del coronavirus en la economía de muchas familias”.

En este momento, una de las campañas que se está dirigiendo es la de la ‘vuelta al cole’: “hace poco hicimos una recogida de material escolar”. Por otro lado, desde Cruz Roja Móstoles se apoya a “unas 80 familias a las que también se ayuda con los libros de texto, que son caros y hacen mella; en todas las asambleas de la Comunidad de Madrid estamos ahora muy enfocados en eso”.

Los mayores constituyen uno de los colectivos a los que se dirige una parte reseñable de las actuaciones. El director de la organización en nuestra ciudad sostiene, a este respecto, que “Móstoles es una ciudad que principalmente creció en la década de los 70 y aquí vive mucha gente de más de 60 años que se enfrenta a la soledad no deseada y a achaques de salud”. Los programas de Cruz Roja orientados a este segmento de la población, que atienden a más de un millar de ancianos al año en nuestro municipio, serán “redimensionados para poder abarcar más, tal y como la necesidad nos está indicando”.

El equipo de la asamblea de Móstoles está compuesto en la actualidad por 20 trabajadores y 500 voluntarios, que llegan hasta 700 si le añadimos la zona de Navalcarnero. A los ciudadanos que contribuyen con su tiempo altruistamente para prestar ayuda a quien más lo necesita se ha referido David Navalón como “el corazón de Cruz Roja”, y remarca que son, además, “quienes toman las decisiones principales” a través de un comité. Por otra parte, se dividen por áreas: “Cruz Roja intenta paliar las necesidades en todos los ámbitos, no solamente el económico o de catástrofes naturales, si no también en el día a día como el empleo, tan necesario para salir de situaciones de vulnerabilidad, o como en temas de infancia, juventud y socorro; tenemos una base de respuesta local con una ambulancia enlazada con el 112, y que se activa en función de las emergencias que ocurran”.

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