Investigadores del Instituto de Estudios Avanzados IMDEA Energía trabajan en la transformación de residuos urbanos en materias primas reutilizables, con el fin de reducir así los desechos finales. Una iniciativa que busca "la mejora o el desarrollo de tecnologías y potencias sostenibles, que reviertan el deterioro del medioambiente a causa de la economía lineal de 'sar y tirar'". Para ello, la Unidad de Procesos Termoquímicos del IMDEA, dirigida por David Serrano, apuesta por un tipo de reciclado denominado pirólisis catalítica, que se caracteriza por la descomposición térmica en ausencia de oxígeno a temperaturas comprendidas entre 400 y 600ºC, y en presencia de un catalizador diseñado para mejorar las propiedades del resultado final de manera segura y eficiente.
De esta manera, los restos sólidos orgánicos se transformarán en combustibles líquidos o productos químicos de aplicación comercial. Entre los residuos evaluados por la Unidad de Procesos Termoquímicos se encuentran los restos alimenticios y de poda de jardines, habituales en los biorresiduos urbanos, a partir de los cuales el equipo ha logrado mejorar de manera significativa el rendimiento de artículos de gran interés comercial. El proyecto está alineado con las prioridades establecidas por la Unión Europea sobre la búsqueda de nuevas vías de gestión, ya que los desperdicios biológicos representan la mayor fracción (el 34%) de los restos sólidos municipales en la UE, con una generación aproximada de 88 toneladas al año.
La Unidad de Procesos Termoquímicos del IMDEA, dirigida por David Serrano, apuesta por un tipo de reciclado denominado pirólisis catalítica
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