El PP de Móstoles no se conforma con el nuevo Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana. Después de haber esperado más de cuatro años para conocerlo y de haber acusado a la regidora Noelia Posse de "ignorar las peticiones de los mostoleños y mostoleñas" en su elaboración, ahora, los populares van a por la Concejalía del área.
La portavoz del Grupo Municipal Popular, Mirina Cortés, solicita la "comparecencia del concejal de Participación Vecinal", Vitorio Martínez Armero, en los distintos distritos de Móstoles. El objetivo, aseguran, es el de poder llegar a tiempo para modificar un reglamento que, aún, no se ha presentado de forma oficial. "Que los vecinos y vecinas tengan la opción de ser informados y de poder participar, tal y como establece el actual Reglamento Orgánico Municipal", data el comunicado enviado a los medios de comunicación por la formación.
Cortés aprovecha para remarcar que el 'caso reglamento' es solo una más a las que tienen que hacer frente los mostoleños. "Están sufriendo constantemente la falta de transparencia y las imposiciones del gobierno socialista que encabeza Noelia Posse", al que califica de "gobierno de paredes y techos de cristal".
Los populares aseguran que los vecinos y vecinas "están sufriendo constantemente la falta de transparencia y las imposiciones del gobierno de Noelia Posse"
El nuevo Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana, aseguran desde el PP, "ha sido elaborado unilateralmente por el gobierno, y recoge un notable retroceso en la participación vecinal".
Ciudadanos Móstoles también mostró, junto con el PP, el pasado diciembre de 2019, cuando se dieron a conocer los primeros detalles del reglamento, su descontento con la situación. Cs se unía a la petición, por entonces, de las asociaciones vecinales, respaldadas también por los populares, quienes solicitaban "un plazo de un mes para analizar y debatir con detenimiento" el contenido del documento.
Petición que fue supuestamente denegada y por la que la formación naranja en la ciudad, capitaneada por José Antonio Luelmo, aseguraba que entre Posse y las asociaciones existía una relación "muy deteriorada".