Un curso de gestión de emociones impartido por el Hospital Universitario de Móstoles, desde el Servicio de Psiquiatría y Psicología del centro, ha brindado a más de 40 profesores de ocho institutos información y herramientas útiles en la relación con sus alumnos adolescentes, ayudándoles a entender mejor el proceso de desarrollo y evolución que se atraviesa en dicha etapa y facilitando recursos que les permitan convivir con la presión diaria. Las explicaciones fisiológicas y psicológicas de los cambios relacionados con la adolescencia, la vulnerabilidad que la caracteriza, el análisis psicológico de las consecuencias de la pandemia en los adolescentes, y la evidencia científica de lo que puede conseguirse con ejercicios como la respiración o la actividad física protagonizaron un taller muy participativo que ha tenido una excelente acogida entre los educadores.
Durante la jornada se hizo un análisis integral de los factores que influyen hoy en la salud mental, la cual ha empeorado tras la pandemia de COVID-19, con un impacto directo también en los institutos. La baja tolerancia a la frustración, la ansiedad, un entorno de las relaciones cambiante -influenciado por las redes sociales-, la filosofía del "todo se puede conseguir", el abuso del móvil como opción de ocio, la baja autoestima, o la permisibilidad en la educación fueron algunos de los asuntos a tratar. De forma concreta, se desgranó también el motivo por el que los adolescentes son vulnerables en una etapa marcada por las búsqueda de pertenencia a un grupo y el distanciamiento de los padres como referentes.
Además de información sobre el neurodesarrollo en esta etapa, se explicaron las características generales de la "psicopatología del adolescente" y la importancia de sentirse amado y seguro, una necesidad de satisfacer en una sociedad muy "exigente y destructora", con muchas imposiciones estéticas y sociales, en la que el joven sienta miedo a tener vergüenza. En este sentido, se reforzó la idea de que "en contra de lo que pudiera parecer, los límites, la educación con normas claras, y la autoridad (ejercida con mesura y responsabilidad) protegen, y su ausencia debilita al adolescente, que acaba sintiéndose perdido".
Los psicólogos encargados de impartir esta sesión, Arturo Marín y Oscar Roberto López, recordaron la necesidad de que los padres tengan presente esta idea a la hora de establecer las bases de la educación, así como otras cuestiones generales como la autoinstrucción -"conocernos, aceptarnos, querernos"-. Las limitaciones de movilidad impuestas durante la crisis sanitaria han generado un gran estrés que, según Oscar Roberto López "debe recordarnos que es fundamental lograr la regulación emocional sin olvidar dos cuestiones fundamentales: el tacto y el contacto". Con fragmentos de películas, videos de neurocientíficos y estudios sociológicos y también de mensajes de libros escritos por expertos se fueron descubriendo las bases de la regulación emocional: de forma entretenida y muy dinámica, intercalando las preguntas de los profesores, se aportaron las herramientas que pueden utilizarse para intentar frenar, disminuir o controlar los efectos de situaciones de baja autoestima, ansiedad o estrés, entre otros problemas.
En contra de lo que pudiera parecer, los límites, la educación con normas claras, y la autoridad (ejercida con mesura y responsabilidad) protegen, y su ausencia debilita al adolescente, que acaba sintiéndose perdido
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Se habló de la eficacia del baile como vía de escape, el poder de la respiración, la meditación y el mindfulness, los resultados de la teoría de los malabares y consejos como la necesidad de jugar y hacer deporte al aire libre, así como de mantener los hábitos de la higiene del sueño.
A este taller asistieron profesores de los institutos Clara Campoamor, Manuel de Falla, Manuela Malasaña, Miguel Hernández, Antonio de Nebrija, Luis Buñuel y Agustina de Aragón y Gabriel Cisneros. A través de la Escuela de la Salud del Ayuntamiento, todos ellos habían solicitado talleres de gestión de emociones para sus alumnos de la ESO y Bachillerato.