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El decreto ómnibus que planteaba el Gobierno la semana pasada en el Congreso de los Diputados era una auténtica tomadura de pelo.
Es la forma de que salgan adelante medidas que no quieren aprobarse popularmente, un auténtico chantaje. ¿Quieres subir las pensiones? Debate ese punto, de manera independiente, sin trabas, sin despistes, SIN TEATRO.
Tengo claro que los ciudadanos, en este espectáculo, no somos espectadores, sino las víctimas que pagan la fiesta.
Se supone que un político debe ser ecuánime y esto totalmente lo contrario. ¿Dónde está el bien común que los partidos políticos deben defender? A los españoles no nos queda claro por qué puñetas se aprueban las cosas y cuáles son los valores reales de determinadas medidas.
Con el acuerdo al que han llegado PSOE y Junts me queda más claro que Puigdemont lleva las riendas de la legislatura.
Me imagino al líder de Junts como si fuera Cruella de Vil, con un montón de correas en sus manos, mientras maneja a unos perritos que tienen cara de Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Alberto Núñez Feijóo o Santiago Abascal.
Eso es lo que estamos viviendo en España, un poder legislativo sometido por Junts.
Estoy convencido de que se están riendo de los españoles y de que están haciendo una política pensada exclusivamente en las próximas elecciones. Lo que les gusta es la supremacía, ya están por encima de los españolitos. ¡Mira cómo nos hacen bailar!
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