Correos ha presentado el sello dedicado al vigésimo aniversario del fatídico 11 de marzo de 2004 y recuerda de esta manera uno de los eventos más dolorosos y trascendentales de la historia reciente. El atentado del 11 de Marzo de 2004 dejó la imagen del horror y el terror en Madrid, pero también la de la solidaridad de la respuesta de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, servicios de emergencias y de los ciudadanos que acudieron a prestar su ayuda.
Se cumplen 20 años del peor atentado ocurrido en España. 192 personas murieron debido a la explosión de 11 bombas en cuatro trenes situados en la estación de Atocha, la calle Téllez y las estaciones de El Pozo y Santa Eugenia. La última víctima murió en 2014 tras pasar 10 años en coma. Más de 1.800 personas resultaron heridas.
El 3 de abril de 2004 la policía localizó a siete autores de los atentados en un piso de Leganés. Estos se suicidaron con una explosión que causó la muerte de un agente, la víctima 193. Atocha, El Pozo y Santa Eugenia son nombres de estaciones que desde aquel día recuerdan a muchos la tragedia provocada por terroristas yihadistas. Centenares de profesionales y voluntarios, colaboraron en el rescate y en la atención a las víctimas. Detrás de cada uno de ellos, hay una historia de vida, un relato que, en muchos casos, quedó truncado o condicionado por los atentados para siempre.
El 11-M no solo fue un ataque contra la vida y la seguridad de ciudadanos inocentes, sino también un ataque contra los valores fundamentales de la democracia, la libertad y la convivencia pacífica.
Este acto de terrorismo indiscriminado dejó una profunda cicatriz en el tejido social y político de España.
Veinte años después, es importante recordar y honrar a las víctimas, así como reflexionar sobre el legado de este trágico evento. La memoria colectiva de aquellos días oscuros debe servir como recordatorio de la fragilidad de la paz y la importancia de la solidaridad y la unidad en tiempos de crisis para fortalecer el tejido social que nos une como sociedad.
No es la primera vez que la historia del terrorismo ha sido el protagonista de un sello. En julio de 1997, Correos emitió un sello con un lazo azul como condena del secuestro y asesinato del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco; el 2 de abril de 2004, nuestra compañía se sumó al homenaje a las víctimas del terrorismo con la emisión de un sello dedicado al Día Europeo de las víctimas del terrorismo, que reproducía un lazo negro símbolo de la repulsa a los atentados y el radical rechazo a la violencia; en junio de 2013, Correos se sumó a la conmemoración del Día de las víctimas del terrorismo con la emisión de un sello que se ilustraba con el gesto universal de las manos alzadas, que significa “No” al terrorismo, “Basta ya”.
Correos emite el sello dedicado al 11-M con un diseño sencillo y delicado con el que pretende homenajear a aquellos que perdieron la vida, a quienes sobrevivieron y a sus familias, para que la memoria de todos ellos -representada por los dientes de león que la esparcen por el aire-, nos inspire a trabajar juntos por un mundo donde la paz y la justicia prevalezcan sobre el odio y la violencia.
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