El agua de Madrid llega al Senado (bueno, lo hace siempre, pero ahora llega al debate). Lo hace a través de una moción del Partido Popular por la que "se insta al Gobierno a garantizar la independencia sobre el control del agua de la Comunidad de Madrid y respetar la concesión existente para el abastecimiento de las poblaciones adscritas al Canal de Isabel II".
Para Martín, la moción es "un ejemplo más de la falta de visión de estado del señor Sánchez y la arbitrariedad de sus decisiones". La que fue consejera de Medioambiente en la Comunidad de Madrid ha asegurado que "para la izquierda el agua es una cuestión meramente medioambiental, mientras que para el PP es una cuestión de Estado. El agua es clave para el bienestar de los ciudadanos y la competitividad de España".
"Necesitamos una planificación nacional inteligente y consensuada con CCAA", ha señalado Martín, que pone de manifiesto que "la gestión del agua necesita liderazgo político y consenso. No necesita enfrentamiento entre territorios. No necesita enfrentar ecologistas y campo".
Para Paloma Martín, "el Señor Sánchez, en su dogmatismo y en su frustración de perder de forma consecutiva las elecciones en la Comunidad de Madrid, ha tomado la decisión de arremeter contra los madrileños también a través del agua".
La senadora popular ha detallado una lista con 8 agravios a la Comunidad de Madrid, que comienzan por la disminución o eliminación de las concesiones de agua vigentes; la limitación encubierta de la concesión del agua del río Alberche; la limitación de la concesión hídrica del Tajo de 60 hectómetros cúbicos a 7 hectómetros cúbicos; la caducidad de la concesión histórica del sorbe de 50 hectómetros cúbicos, obligando a iniciar una tramitación con casi nulas garantías de éxito; la exigencia de desembalses por caudales ecológicos tan elevados que ponen en riesgo el suministro de Madrid; el cálculo del agua disponible para los madrileños, establecido de forma diferente al resto de los habitantes del Tajo; expedientes concesionales paralizados desde hace más de 10 años, cuando su tiempo de tramitación son 18 meses; y finaliza con impedimentos concesionales importantes para disponer del agua del Tajo después de haber construido una estación de tratamiento de agua potable de 60 millones de euros.
Madrid, pese a lo que representa Ayuso, no es egoísmo, no es falta de solidaridad, no es conflicto, no es confrontación con el resto de regiones
Juan Lobato, desde el Grupo Socialista, ha comenzado su intervención ironizando sobre que "para Ayuso el río Tajo nace y muere y Madrid, como todo", pero también poniendo sobre la mesa la importancia del respeto, la educación y la honestidad con el resto de sus compañeros.
El senador socialista ha puesto sobre la mesa los porcentajes de agua embalsada en las diferentes regiones, que es de un 60% en Madrid y un 31% en Castilla la Mancha, o un 39% en Valencia. Lobato afirma que los ríos son "patrimonio de un país", que hay que "cuidar, que hay que gestionar con solidaridad y que hay que depurar", que es "como funciona la gestión de los ríos desde Alfonso XIII. Lobato se pregunta por qué los senadores del PP aceptan la imposición de Ayuso que les falta al respeto y les ataca permanentemente".
Para Lobato, "Madrid, pese a lo que representa Ayuso, no es egoísmo, no es falta de solidaridad, no es conflicto, no es confrontación con el resto de regiones". El Partido Socialista cree que "Madrid es una región capital de solidaridad, de consenso, de concordia".
Carla Antonelli ha dado la réplica desde el el grupo Parlamentario Izquierda Confederal y ha puesto la vista en la "seguridad jurídica" en relación con la toma de decisiones de la empresa pública madrileña y ha hecho un repaso por los escándalos que han salpicado al Canal, todos bajo la sombra de la Operación Lezo. También ha puesto el foco la senadora madrileña en la Cámara de Cuentas y en el Consejo General del Poder Judicial. Antonelli ha concluido señalando que "para dar ejemplo ustedes, señorías del PP, de seguridad jurídica en el Canal de Isabel II, nada como su propio partido que, tras un desfalco, consigue la complicidad de los responsables de la entidad encargada de fiscalizar la Cámara de Cuentas".
Para Antonelli "el alarmismo es completamente infundado e injustificado, más allá de los debates interesados y espurios". La diputada ha afirmado que "el agua no es ni de Pedro Sánchez ni de la señora Ayuso. Es un recurso natural público que debe de ser gestionado con el máximo cuidado, ya que es esencial para la supervivencia de los ecosistemas".
"Promover un Plan Nacional del Agua ordenado a la gestión racional de nuestros recursos hídricos en todo el territorio nacional, garantizando con ello una respuesta eficaz a los contextos producidos por las inclemencias del clima, como la sequía, y que garantice el acceso al agua a todos los españoles". Es la primera de las enmiendas que VOX había propuesto a la moción presentada por los populares.
El senador de VOX Fernando Carbonell ha denunciado que el uso del agua "no es igual para todos" porque "dependiendo de las poblaciones o regiones donde vivamos, si nos atraviesa un río, o tenemos un embalse cercano, no tenemos demasiados problemas, pero sí los hay en otras regiones carentes del recurso".
Para el portavoz de VOX, "no tiene sentido que, estando las reservas del Canal de Isabel II al 80% de su capacidad, se siga trasvasando agua de forma sistemática de los embalses de Burguillo y San Juan, dejándolos al 30% y arruinando el principal recurso turístico de la zona". Y es que la segunda enmienda, también rechazada por los populares, se basaba en "garantizar, mientras no exista un Plan Nacional del Agua ni un desabastecimiento de la población, la compatibilidad de la concesión de agua de Madrid con los intereses turísticos y económicos de los municipios abulenses y madrileños ribereños de Alberche y de los embalses del Burguillo y San Juan, para que los trasvases se efectúen en épocas donde no se perjudique a la economía local".
También ha criticado la posición del Gobierno Central respecto a la gestión del agua porque "sus medidas no persiguen el bienestar de los madrileños ni de los abulenses, sino que siempre guardan intereses políticos y sectarias como el ecologismo radical".
En definitiva, ha reivindicado la "necesidad de un Plan Hidrológico Nacional que contemple la disponibilidad de agua en su conjunto, sin diferencias regionales, para garantizar el abastecimiento de agua a todos los españoles"
El senador de VOX aboga por un agua "gratuita, pública y libre de impuestos".