MENÚ

La salud tiene que volver a esperar
La Comunidad anula la licitación para construir nuevos centros de salud por "errores administrativos"
Nacional |

La Comunidad de Madrid acaba de anular los pliegos de adjudicación para la construcción de 16 nuevos centros de salud, entre los que se encuentra el esperadísimo del barrio de El Vivero en Fuenlabrada, y tiene que comenzar el proceso lo que supone una nueva demora en unas infraestructuras sanitarias que son ya de urgente necesidad. Dicen que lo ocurrido es un fallo administrativo y que no supondrá un retraso considerable, que se cumplirán los plazos. Pero el problema es que ya nadie lo cree porque los vecinos y vecinas de El Molar, de Valdemoro, de San Blas... llevan años aguantando promesas incumplidas.

La presidenta regional anunció en 2022 la construcción de 22 nuevos centros de salud, muchos de ellos prometidos repetidamente campaña electoral tras campaña electoral. Hoy no hay ninguno de ellos en funcionamiento. Ahora iban a ser 16 los que estaban planeados para empezar a construir de manera inmediata, pero nuestra salud deberá seguir esperando.

El ejemplo más palmario de esa desidia y desinterés en la ampliación de recursos sanitarios en los municipios madrileños está en Fuenlabrada. Corría el año 2009 cuando la entonces presidenta regional, Esperanza Aguirre, anunciaba a bombo y platillo que su Ejecutivo iba a invertir 2,8 millones de euros para un centro de salud en el barrio de El Vivero, Hospital y Universidad. Desde entonces esperan 20.000 vecinos. No fue hasta 13 años después, en abril de 2022, cuando la Comunidad ya en manos de Ayuso, publicó la licitación del centro. Esta vez parecía que iba en serio y que los fuenlabreños podrían ser atendidos en un moderno edificio con nueve consultas de medicina de familia, enfermería, pediatría, salud bucodental, etc. Pero todo ha sido un espejismo más.

El centro de salud El Vivero, según se podía leerse en la licitación, tenía un tiempo de construcción de 18 meses por lo que en febrero de este 2024 debió abrir sus puertas. Lamentablemente hoy sigue la parcela abandonada y esperando a que algún día lleguen las máquinas para edificar.

Ahora nos enteramos de un nuevo retraso, no sabemos si serán dos semanas, dos meses o dos años, lo cierto es que aquí nadie se hace responsable de nada. Desde Sol tendrán la oportunidad de volver a anunciar la construcción del centro por enésima vez pero desde Fuenlabrada cree ya nada. Empezamos a sospechar que todo esto se trata de un castigo por tener un alcalde socialista. Precisamente Javier Ayala, decía esta semana en el pleno que para lo que quiere, El Ejecutivo regional de Ayuso se da mucha prisa. Lo hemos podido ver al aprobar de urgencia la inversión de 19 millones de euros para el Centro de Menores de La Cantueña. El regidor socialista mira con cierta envidia el trato que se dispensa a otras localidades como Pozuelo donde se acaba de anunciar la construcción de un gran y lujoso palacio de congresos. Así es como se mantiene y se agranda la brecha entre el norte rico y el sur trabajador.

Algunos dirán que desde Sol se trata a todas las ciudades por igual, independientemente del color político de su Ayuntamiento. Pero es que vemos que en Leganés, tras la llegada del PP al poder con Miguel Ángel Recuenco, se anuncian inversiones que superan los 100 millones de euros. Unas inversiones que los leganenses llevaban años esperando y que los socialistas se hartaron en reclamar. Ahora tendrán un nuevo centro de salud, un nuevo instituto, la ampliación de colegios... mientras que los fuenlabreños aún vemos cómo el Gobierno regional sigue sin terminar las obras de construcción del CEIP Yvonne Blake ¿casualidades?

También debe ser casual que el centro de salud de la calle Alicante de Fuenlabrada siga con falta de médicos y de enfermería lo que deja a los pacientes dos opciones: o irse a una clínica privada que no pueden pagar, o hacer colas interminables en el mostrador del centro para ver si te puede atender un médico en uno de los huecos que pueda tener libre. Y si no hay suerte pues hay que volver otro día o irse de urgencias al hospital para estar en la sala de espera unas cuantas horas.