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¿Qué estáis haciendo con nuestra democracia?
La imagen de la semana es la de dos diputados del PP blandiendo un cartel con las fotos de socialistas asesinados por ETA
Nacional |

Esta semana pasará a la historia como la que eligieron Andrés Iniesta y Rafael Nadal para anunciarnos que se retiraban de sus respectivos deportes. Ambos acumulan elogios por parte de todo el mundo. Se retiran como unos triunfadores. El futbolista nos hizo tocar el cielo cuando su gol tumbaba a los holandeses y nos traía a nuestro país la primera Copa del Mundo de fútbol. Lo imposible sucedía y hacía que el país entero se mostrara orgulloso de sus héroes deportivos y de nuestros colores. El tenista, año tras año, conquistaba la tierra de París a la par que nuestros corazones y se iba haciendo hueco en el olimpo de los dioses del deporte español y mundial.

Pero además de sus éxitos deportivos, siempre recordaremos su clase en las derrotas, que también las tuvieron como todos los deportistas, y su sencillez en las victorias, algo aún más difícil de encontrar. Son ejemplo para nuestros niños y para nosotros mismos. Su legado permanecerá para siempre y siempre les recordaremos por haber dejado huella para el futuro.

Desgraciadamente, esta semana también pasará a la historia por las lamentables imágenes que hemos visto en el Congreso de los Diputados. Se supone que los políticos llegan con el afán de los servidores públicos, con la idea de aportar su granito de arena para hacer que nuestra sociedad sea mejor. Y que en el futuro sean recordados como personajes que aportaron algo positivo a nuestra sociedad, como Nadal e Iniesta, pero en el ámbito político. Pero en el panorama político actual no parece que haya nadie a la altura que en su día estuvieron Clara Campoamor, Adolfo Suárez, Manuel Azaña o Felipe González.

No parece importarles mucho a nuestros actuales políticos que priorizan el servicio a su jefe de filas que la calidad legislativa de su trabajo. Hay representantes públicos a los que habría que preguntarles qué están haciendo con nuestra democracia. Sus formas y sus performances son lamentables. Y para muestra un botón como lo que hemos visto con Miguel Tellado y a su compañera Macarena Montesinos atosigando al ministro Óscar López con un cartel en el que aparecen los socialistas que asesinó la banda terrorista ETA. Y todo por un supuesto error del Partido Popular y por la impresentable costumbre de los populares de utilizar a las víctimas del terrorismo etarra.

Esta semana, el Congreso debatía sobre la crisis migratoria, a petición del PP que solicitó la comparecencia del presidente Sánchez. Pero los de Feijóo consideraron que ahora les venía mejor dejar de lado la llegada de inmigrantes y que había que poner el foco en un supuesto engaño de los socialistas para aprobar una ley orgánica que supondrá que algunos etarras encarcelados vean modificada su pena de cárcel. La ley en cuestión es la de información de antecedentes penales y consideraciones de resoluciones judiciales penales en la Unión Europea y la modificación de esta legislación es la transposición de una norma europea. Todos los grupos, incluido Vox y el PP, votaron a favor de esta modificación en la ponencia, en la comisión de Justicia y en el plenario por lo que parece complicado creerse que estamos ante un engaño o ante un "gol por la escuadra" de Bildu como han dicho algunos.

Con ese panorama, al PP se le ocurrió que era buena idea acusar al PSOE de rebajar las penas de los etarras como supuesto pago por los votos de Bildu en el Congreso y también les pareció de justicia imprimir en un cartel a políticos socialistas asesinados por ETA para echárselo en cara al actual Gobierno. No les importa el daño que causan en las familias y el uso partidista de una cuestión tan sensible. Los propios familiares de los que aparecían en las fotos advierten que están hartos que se utilice su dolor como arma arrojadiza.

Si piensan que por ese camino pasarán a la historia del parlamentarismo español, deberían volver a verse todos los partidos de Rafael Nadal y de Andrés Iniesta porque algo no han entendido.

PD: Cerramos la semana con las noticias del caso Koldo, de Ábalos, de oro venezolano... en definitiva, de corrupción. Y eso es harina de otro costal que hunde aún más la política española. Siempre nos quedará París...