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Del Orgullo de Rocío Saiz a Femen, pasando por otras muchas mujeres que han puesto el cuerpo por decisión propia, con fines artísticos, políticos o personales. Son muchos los casos que han saltado a la esfera pública y que reflejan cómo el patriarcado no permite que las mujeres seamos dueñas de nuestros propios cuerpos. ¿Rechazan nuestras tetas? ¿Asustan? Quizás la cuestión sea aún más profunda y lo que verdaderamente da miedo es que las mujeres, con sus cuerpos y sus ideas, rompan con el control y el orden prestablecido.

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