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Después de certificar su ascenso a Preferente el domingo 26 de mayo, en la jornada 32, su ambición y objetivos no se iban a detener ahí. Tan solo una jornada después iban a tener la oportunidad de coronarse como campeones del grupo 4 de Primera Regional madrileña, un logro que muchos pelean cada año pero pocos lo consiguen con tanta solvencia.

El partido por el título lo iban a disputar fuera de su casa, el Estadio Mariano González. Iban a tener que desplazarse a La Dehesa, el campo del Moraleja de Enmedio, conjunto que se encuentra en la posición número 12 de la tabla y que no tenía ningún objetivo importante en juego.

Después de una primera parte con poco protagonismo y sin ocasiones claras para ninguno de los dos equipos, la emoción comenzaría en la segunda mitad. Los siguientes 45 minutos comenzaron de manera soñada para los visitantes, ya que en el 46 se adelantaron en el marcador.

A pesar de ir ganando, dado que el empate les servía para ser campeones, los rojiblancos querían más y tuvieron algunas ocasiones para cerrar el partido. Pero en el 55 el arbitro señaló un penalti bastante dudoso y polémico a favor de los locales, que lo marcaron y empataron el partido.

El resto del partido tuvo un guion claro y contundente, dominio total del Navalcarnero B y que tuvo varias ocasiones de gol muy claras para volverse a adelantar. El guion del partido también se vio afectado por el arbitro, el cuál sacó un total de 15 tarjetas, expulsando a tres jugadores locales, provocando un pequeño altercado en la grada de aficionados que mantuvo el partido parado varios minutos, los cuales no se añadieron al tiempo de descuento.

El partido acaba empatado y con el filial del Navalcarnero como campeón de liga a falta de una jornada, con 66 puntos, 20 victorias, 6 empates y 7 derrotas. Ahora solo les queda la última jornada de liga contra la Agrupación Deportiva Lucero-Linces en casa, para despedirse de la afición y de la temporada tan increíble que han hecho.

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