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Los vecinos de Navalcarnero, municipio de más de 30.000 habitantes y localidad turística de referencia al Suroeste de la región, acogían con júbilo, allá por 2005, la promesa del tan ansiado tren de Cercanías, que por fin conectaría su núcleo urbano con el del resto de ciudades de la Comunidad. Una petición histórica que, tras todo lo acontecido años después, parece no ver nunca la luz.
El proyecto, que pretendía unir Móstoles y Navalcarnero por tren, iba a mejorar también las comunicaciones de Parque Coimbra y a establecer una conexión ferroviaria con la Plataforma Logística Puerta del Atlántico, en un contrato que incluía el soterramiento de 3 kilómetros de vía.
La ampliación de la red de Cercanías desde Móstoles a Navalcarnero fue un compromiso electoral bajo el mandato de Esperanza Aguirre, después de alcanzar un convenio con el Ministerio de Fomento a la hora de asumir esta infraestructura. La Comunidad de Madrid se embarcó en este proyecto y la licitó a OHL (grupo global de infraestructuras, experto en construcción y gestión de concesiones, así como un referente en ingeniería civil e industrial) en 2010. Este trazado tendría, de haberse realizado, 15 km de recorrido y 7 estaciones, teniendo que haberse inaugurado a finales de 2015.
Una petición histórica
José Luis Adell, alcalde de Navalcarnero, ha explicado para el programa ‘El reto’, de Televisión Digital de Madrid, que “hoy, ya casi 20 años después, esta infraestructura está parada y olvidada”. El primer edil ha asegurado que “a todos los presidentes y presidentas de la Comunidad de Madrid les hemos planteado constantemente esta reivindicación”.
“Navalcarnero es el único pueblo de más de 20.00 habitantes que no tiene este servicio en la región, estamos privados de algo tan importante como es el transporte público y el tren”, ha lamentado, recordando que este nexo de unión ferroviaria daría cobertura a muchos municipios del área, como son Arroyomolinos, Sevilla la nueva, El Álamo, el Corredor de Villa del Prado, Villamanta o Cenicientos, entre otros. “El tren no está, ni se le espera, ni a nosotros se nos da ningún tipo de contestación, lo cual es una vulneración a los derechos que tenemos los ciudadanos, más aún con los problemas judiciales que ha implicado y que han significado un daño para todos los madrileños, en un proceso turbio y lleno de irregularidades”.
En septiembre de 2021, el Consistorio mostoleño volvía a hacer referencia a este asunto, señalando que la alcaldesa, Noelia Posse, “lleva años pidiendo que se reanude, en beneficio de las mostoleñas y mostoleños, y denunciando las carencias de la red de transporte público”. En diciembre, era Más Madrid la formación política que volvía a exigir la reactivación y finalización de las obras de la Ministra de Transportes, Raquel Sánchez Jiménez, pidiendo su comparecencia en la Mesa de la Cámara Alta.
David Pérez, Consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, también ha hablado para los micrófonos de Televisión Digital de Madrid, respondiendo que “quien tiene que hacer Cercanías es el Gobierno de la Nación, que es quien tiene la competencia, y como no lo hace, la Comunidad de Madrid, escuchando a los alcaldes de la zona, ves que es una necesidad y se ofrece a pagarlo”. En este sentido, ha argumentado que el Ejecutivo nacional "no invierte en infraestructuras en la Comunidad de Madrid, tiene abandonada la red de Cercanías y se niegan a hacerla accesible”. El Consejero ha explicado que "la voluntad era buena, pero el proyecto se torció y no salió adelante". Ha finalizado exponiendo que “ese intento fallido no se puede retomar”, por lo que reclaman al Gobierno de Sánchez “que asuma ese tren a Navalcarnero, porque es a quien le corresponde”.
El tren no está, ni se le espera.
Una inversión en balde
La Sociedad OHLA (antigua constructora OHL) ponía en conocimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores durante el pasado mes de diciembre que la Comunidad de Madrid tenía que abonar la cantidad de 162.495.773,41 euros a su filial 100% Cercanías Móstoles Navalcarnero, S.A. (CEMONASA), en concepto de pago de la liquidación del contrato de redacción de proyecto, construcción y explotación de la obra pública de la nueva línea de transporte ferroviario entre la estación de Móstoles Central y Navalcarnero, que hasta el momento permanece inacabada.
La Comunidad de Madrid había reclamado, sin éxito, una indemnización de 356 millones de euros a OHL (matriz de Cemonasa) como "responsable de los daños y perjuicios derivados de la resolución del contrato". El Tribunal Supremo no admitió el recurso de casación presentado por el Gobierno regional contra la sentencia del TSJM, en la cual se declaraba nula la resolución del contrato de las citadas obras, y cuyo fallo obligaba al Ejecutivo madrileño a devolver 34 millones de euros como penalización judicial.
Como consecuencia, una década después de que se anunciase el proyecto, los vecinos de Navalcarnero y Móstoles siguen sin tener esta conexión. Además, esta obra se encuentra implicada dentro de la trama Lezo, por el presunto cobro de una comisión de 1,4 millones de euros por parte del expresidente Ignacio González por la adjudicación de las obras del tren.
Desde el Ministerio de Fomento, por su parte, han indicado a este medio de comunicación que la línea ferroviaria entre Móstoles y Navalcarnero "se planteó como una concesión de una nueva línea ferroviaria de titularidad autonómica. Nuestra disposición es a colaborar con la Comunidad de Madrid para facilitar aquello que corresponda y en facilitar las soluciones de movilidad más adecuadas y accesibles en los municipios de la zona".