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CARTA DEL DIRECTOR | Un pueblo secuestrado
Una vez más, Pedro gana, ¡Siempre gana!
MADRID |

Años de corruptelas desde la época Covid, meses de investigaciones policiales y judiciales, ríos de tinta, redes a tope, nuevos partidos nacidos del descontento ciudadano, una nueva especie de 15M. Injerencias en la Fiscalía, injerencias acusando a los medios, a los jueces.

Todo un esperpento político de primero de Socialdemocracia; pero no de la buena que sirve para avanzar, si no una Socialdemocracia fascista. Esto se parece más a lo que llevo a Hitler a su demencia. Todos somos fachas menos los tocados por la gracia divina de Pedro. Todo esto no es suficiente para que la Democracia saque a uno de los presidentes más mentirosos de nuestra Historia.

Menos mal que aún confío en el Estado y en la Constitución. El día que se produzca el asalto al poder judicial, será el fin de nuestra libertad. ¡Volveremos a los tiempos de los maquetos en nuestro propio país! ¡Qué envidia Francia dónde Macron aún tiene dignidad!

La corrupción política es mucho más sencilla de lo que parece. No solo es que te roben, no solo es que prevariquen, que malgasten tus impuestos, enchufar a tus colegas, darle una cátedra a punta de pistola con fondos del Enisa a tu mujer o ir en Falcón a mear…. Es que te engañen, que te digan lo contrario a lo que harán y eso hizo Pedro Sánchez: engañarnos a todos una y otra vez, pero ahora millones de personas le siguen aclamando. ¡No entiendo nada!

Siempre he sido ambidiestro: he votado al PP y al PSOE, incluso otros tal cual he visto los resultados y las propuestas de cada momento electoral. No me considero facha ni progre, me considero sensato y muy analítico; seguramente como muchos de vosotros, pero no recuerdo ningún periodo de nuestra Democracia con tal nivel de trolas, mentiras y tanta y tanta gente aplaudiéndolas.

Nadie -ni Aznar y mira que nos mintió con los trenes- llega a la altura del betún de este nuestro actual Presidente. Aunque hete aquí el baño de realidad: las urnas hablan y aquí sigue a escasamente unos miles de votos del PP. Más de lo mismo. Ha logrado crear un escudo que cuanto más mierda tiene más le votan los suyos, ha conseguido que la gente elija entre Estado y él, y aún así se le elija. ¡El Presidente, víctima! El Estado al que controla a su Merced, ahora va contra él. ¡TODA LA FACHOSFERA EN CONTRA!

Quizá mi lectura es otra muy diferente. Feijóo no llena el espíritu de ganas y cuando las ganas no son las de un enamorad@, no se mueven las montañas. Así que, o ponen un candidato más atractivo o tendremos Sánchez para rato. Quizá -y digo solo quizá- el Estado pueda hacer algo que ya debería haber pasado. Al tiempo, todo se quedará en el gas de una gaseosa. ¡Desde luego, estamos gilipollas!