Fiesta, mucha fiesta, ese es el concepto que parece tener el Ayuntamiento de Madrid cuando llega el Orgullo. Primero reniega de colgar la bandera LGTBIQ+ y ahora cuando muestran el cartel en las calles parece que su concepción no es una reivindicación, sino condones, tacones y alcohol cuando detrás del Orgullo hay más que eso.
Con estas muestras volvemos a ver la ignorancia que tienen desde el Consistorio con respecto a lo que realmente significa el MADO. Enseñan su verdadera cara, su falta de interés y el poco apoyo que ofrecen a la lucha contra la LGTBIfobia que se hace año tras año, día tras día.
Esta “fiesta”, como han dado a entender ellos, es mucho más. Es una lucha por unos derechos, es un reconocimiento por la igualdad, es un homenaje a las personas que se han quedado en el camino persiguiendo que no nos maten por las calles, como les han hecho a ellos, o nos menosprecien por el simplemente hecho de querer vivir nuestras vidas o amar.
Durante la semana del Orgullo no solo disfrutamos junto a personas que saben perfectamente como nos sentimos identificados y saben como nos podemos sentir o haber llegado a sentir en algún momento de nuestra vida. Sí, nos divertimos, pero lo hacemos durante estos días como durante el resto del año muchas personas no lo pueden hacer.
Pero no solo bebemos y nos reímos, también gritamos que nos dejen en paz, que no nos persigan, que no nos discriminen, que no nos maten. Y se hacen más cosas que eso, hay cursos u actividades que nos ayudan a entender por qué ponemos el grito en el cielo.
No, el Orgullo no es una simple fiesta en la que el Ayuntamiento saca dinero o miente con mostrar un apoyo para conseguir votos. No, el MADO es lágrimas, luchas, risas y vidas, muchas vidas, que simplemente quieren salir tranquilos y vivir como lo puedes hacer tú.
Estos días no solo se va a follar como quieren dar a entender con ese condón. Que, por cierto, también deberían de usar las personas heterosexuales, porque las ETS no son solo de los gays. Y no solo eso, también nos invisibiliza. En ningún momento aparece las siglas LGTBIQ+, simplemente `Madrid Orgullo´, como si fuera una fiesta para disfrutar de la ciudad de Madrid. ¿Cuándo nos vamos a dar cuenta de que esto no es una fiesta, que realmente nos sentimos oprimidos y que no estamos escondidos, que queremos salir y gritar que BASTA YA?
Una vez más vemos como algunas instituciones nos estigmatizan, como intentan ponernos unos roles que no nos pertenecen, que no nos definen, y no representan lo que es el Orgullo. Porque el Orgullo LGTBIQ+ no es política, por mucho que nos lo quieran enseñar así. Son vidas de chicos, chicas y chiques que solo quieren vivir el amor como lo haces tú.