¿Sabes lo que es el `Sexilio´? ¿No suena bien verdad? Exacto, porque no lo es. Este término se utiliza para definir todas aquellas situaciones en las que las personas del Colectivo LGTBI tienen que huir de sus ciudades o pueblos para dejar atrás el rechazo de sus vecinos o familiares por su orientación sexual.
Una situación que se da más de lo que pensamos, sobre todo, en esos entornos rurales, donde es más difícil encontrar asociaciones de apoyo o barrios LGTBIfriendly con los que poder sentirte arropado, como sí las podemos observar en las ciudades.
De hecho, siempre hemos estado acostumbrados a ver los entornos urbanos como sitios donde la gente no se para a criticar al otro o a estar discriminando por su orientación sexual a los demás (aunque muchas veces pase, incluso llegando a situaciones mayores). Por ello, las personas del Colectivo LGTBI se habrán podido ver más “protegidas” en estos entornos sociales o, por lo menos, más libres de expresar como se sienten.
Sin embargo, a mí me surge una pregunta, y es que estamos muy acostumbrados a hablar con normalidad de todas las personas pertenecientes al colectivo que emigran a las ciudades para estar más tranquilos, pero ¿esto debería de ser así? Yo creo que no, que de verdad teneos que pararnos a pensar el porqué se dan estos escenarios y no pueden quedarse a vivir en sus zonas natales, donde, probablemente, muchos quieran quedarse a vivir.
Pertenecer al colectivo LGTBI se hace bastante complicado viviendo en un pueblo
Estamos constantemente reafirmando la necesidad de que haya más respeto para las personas del colectivo LGTBI, pero, en este caso, realmente estamos viviendo todo lo contrario. Lo pasamos por alto y lo tratamos con tranquilidad porque tenemos un concepto, heredado socialmente, de que las ciudades son ambientes más “liberales y seguros” para las personas LGTBI.
Hay que “modernizar” las zonas rurales, hace falta enseñar, mostrar y lanzar mensajes de respeto para que todos podamos vivir en tranquilidad donde queramos por deseo y no por obligación.
Desde mi experiencia he podido comprobar como intentar ser tú y pertenecer al colectivo LGTBI se hace bastante complicado viviendo en un pueblo. De hecho, si es real esa sensación de liberación, cuando llegas a otro sitio donde los demás no te miran como si fueras diferente y puedes ser tú sin miedo a ser juzgado.
Pero esta no es la sensación que queremos tener. Hemos tenido muchos avances en materia LGTBI, vimos como todos nuestros antecesores han luchado por nuestros derechos, llegando a sufrir o morir en el intento como para que ahora nos conformemos con un pensamiento “tradicional” que se ha ido trasladando con el paso de los años.
Estamos demasiados centrados en las mismas cuatro leyes que nos afectan, y no digo que tengamos que dejarlas de lado, pero tampoco podemos olvidar otros aspectos que también están inquietando a una gran parte del Colectivo LGTBI y que no se salva con un exilio forzado por parte de las personas que te rodean.
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