Sale a la luz el auto de la juez que está investigando lo ocurrido en la Comunidad Valenciana durante la DANA para dirimir responsabilidades. Un texto demoledor donde deja constancia de que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, pudo salvar vidas, pero permitió cientos de muertes. Y es que, por mucho que el presidente intente tirar balones fuera, las voces de los miles de ciudadanos que perdieron todo en apenas 24 horas resuenan más fuerte, y espero que este auto sea un primer paso para conseguir echar a este señor de un cargo que, a todas luces, le viene grande.
'228', esa cifra es la que tendría que hacer a Mazón dimitir, aunque todos sabemos que prescindir de la condición de aforado y, por lo tanto, arriesgarse a una posible condena no es un riesgo que el jefe del Ejecutivo valenciano pudiera querer asumir. 228 personas que fallecieron a consecuencia de una pésima gestión por parte de la administración autonómica, cuyo papel se limitó a enviar un SMS advirtiendo de a los valencianos del riesgo en los desplazamientos. Unas muertes que la magistrada tilda de "inexplicables", y los ciudadanos de homicidios por parte de una Generalitat que no ha funcionado.
Así, según al auto judicial, la letrada mantiene que no habría sido necesaria la movilización del ejército ni de otras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, ni la autorización de la Delegación del Gobierno y mucho menos era imprescindible declarar la emergencia nacional si Mazón hubiera asumido lo que le tocaba, el mando único de la emergencia. Además, en el texto confirma que la DANA no fue un fenómeno imprevisto, sino que la Aemet venía advirtiendo del temporal desde hacía tres días. Es más, la propia Universidad de Valencia cerró las clases un día antes de la catástrofe.
En este sentido, y citando el texto, "la convocatoria del Cecopi - Centro de Coordinación Operativa Integrado- se llevó a cabo con una gran demora, a lo que ha de sumarse que la toma de decisiones por la administración autonómica destinada a alertar a la población se produjo con un retraso todavía mayor". Así, de la famosa frase, "serán uno o dos casos, como mucho", llega el SMS de Mazón pidiendo a la gente que evitara los desplazamientos, pero no imponiendo la alerta correspondiente para que los valencianos pudieran protegerse de las consecuencias de las riadas.
"Una omisión en tiempo de las alarmas y una actuación errónea en su contenido, el consejo de subir a las zonas altas se produjo cuando ya se habían producido los fallecimientos, que exige la toma de declaración como investigados por presunta responsabilidad en el fallecimiento o las lesiones, al amparo de lo dispuesto en el artículo 11 del Código Penal, así como de la normativa que en materia de protección civil obligaba a la administración autonómica a alertar a la población evitando los fallecimientos o lesiones graves". Este párrafo merece ser leído palabra a palabra: omisión de información y, por lo tanto, de posibilidad de actuación; una actuación totalmente deficiente que, si se hubiera hecho en forma, habría podido evitar la tragedia de las 228 víctimas, es una vergüenza.
En este sentido, quiero destacar que todo el auto de la magistrada es una joya de 16 páginas que merece la pena leer. Cuatro puntos desarrollados donde la letrada manifiesta una clara negligencia por parte del Gobierno valenciano, y que exime de responsabilidades tanto al Ejecutivo central como a la Confederación Hidrográfica del Júcar o la Aemet. Y es que, parece que al mandatario no le han comentado que primero está la obligación, y luego la devoción. O dicho de otra manera, los valencianos te pagan para que gestiones, y tú les has fallado, así que, por dignidad, vete.