MENÚ

Mónica, ¿tú también haces listas negras?
Dónde quedó la libertad de conciencia, la libertad de elección y el derecho a objetar
MADRID |

Mónica García, Ministra de SANIDAD, lo pongo en mayúsculas porque su colada es mayúscula, ha decretado aprobar un protocolo para registrar a personas que sean objetoras al aborto. Si bien es cierto que este es un derecho reconocido, la objeción de conciencia también, o así lo reconoce la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Adjunto enlace, vale más una "imagen" que mil palabras.

Pues, aunque, como decía, este sea un derecho recogido y reconocido, aquí tenemos a nuestra majestuosa ministra que pretende acabar con él. Ahora, los médicos que quieran oponerse a practicar un aborto, serán añadidos a una preciosa lista negra y Dios sabe qué le pasará. Un profesional sanitario que puede jugarse su puesto de trabajo simplemente por objetar ante estas prácticas.

Ahora, recuperemos el Juramento Hipocrático. El punto nueve recoge lo siguiente: "Guardaré el máximo respeto a la vida y dignidad humanas. No practicaré, colaboraré, ni participaré en acto o maniobra alguna que atente a los dictados de mi conciencia". Salvo cuando tenga que practicar un aborto, ¿no? Ahí no hay conciencia libre que valga.

Supongamos, y solo supongamos, que un médico concibe el aborto como matar a un ser humano, igual que se concibe cuando se practica a un animal. Imaginemos que para él, practicar esta intervención es asesinar, por lo que se decante por no hacerlo. Una decisión que no impide a otros profesionales llevarlo a cabo, no se acaba el mundo vaya. Solo por seguir su conciencia, este profesional puede ser tachado por el Gobierno de España, y repito, Dios sabe qué más.

La libertad de elección de las personas no solo comprende las acciones que al Gobierno de España le apetecen, le parecen correctas o corresponden a sus planteamientos del momento, porque sabemos lo bien que saben cambiar de opinión. La libertad es un concepto muy amplio que, siempre que respete y acate lo recogido en la Constitución, cabe en la sociedad.