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“Irene es una puta” o “Begoño no tiene coño” son algunos cánticos del repertorio que se ha escuchado durante demasiadas noches en las manifestaciones en Ferraz contra los pactos de Pedro Sánchez con Junts, contra la amnistía. Quienes se reúnen en estas protestas aseguran acudir a las citas para defender a España, pero todas hemos escuchado cómo repiten consignas racistas, homófobas y, por supuesto, machistas. La ministra de Igualdad y la pareja de Pedro Sánchez han sido blanco de su odio, aunque tampoco se han librado las ministras del Gobierno, a las que han comparado con unas muñecas hinchables que, una de las noches, sacaron en primera línea de la concentración, señalando que la sede de PSOE era “un puticlub”.
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