Los creadores de “la Supercopa de España se jugará en Arabia” estrenan la segunda entrega: La Liga podrá disfrutarse en abierto en China. Concretamente, dos partidos por jornada. Una grandísima novedad que sirve de escaparate para nuestro fútbol, una forma de tender puentes pese a los kilómetros.
Una iniciativa que podría apoyar si en España disfrutar del fútbol no costase -de media- 90€ mensuales. En un año, el gasto promedio de una familia superaría los 1000 euros; una cifra similar al precio que suele tener un vuelo al país asiático. Da qué pensar: es más barato ver un Rayo-Betis en Pekín que en casa de tu amigo de toda la vida.
Actualmente, los derechos televisivos se han convertido en una de las principales fuentes de ingresos de los clubes y ligas. Un caso concreto es el de la Premier League y los altísimos precios de sus permisos. Mientras, La Liga parece estar "regalándolos". ¿Por qué? Hagan sus apuestas.
El fútbol, que durante décadas fue un deporte del pueblo, está cada vez más lejos de ser accesible para todas clases. Una iniciativa que parece estar diseñada para aumentar las ganancias de unos pocos mientras se mete la mano en el bolsillo de los aficionados. Porque si hablamos de expansión, ¿qué lógica existe en que se haga a costa de los aficionados locales? Si La Liga se está internacionalizando, ¿no sería justo que los beneficios también lleguen a casa?
Una vez más, el saco del dinero se abre para olvidarse de los aficionados. La vida no se está poniendo cara, os estáis lucrando.