MENÚ

“Una manada de lobos” que acabó con la vida de Samuel Luiz
El jurado declara culpables a los cuatro hombres partícipes en el crimen
MADRID |

“Fueron una manada de lobos. Los seres humanos cazan y matan por diversión. Hay maldad y violencia gratuita”. Estas fueron las contundentes palabras de la Fiscal del caso de Samuel Luiz, Olga Serrano. Lo que sí ha tenido claro el jurado es que en el crimen del joven gallego ha habido homofobia.

Lo que para Luiz iba a ser una noche de diversión, una noche para pasárselo bien con su amiga, después de la dureza vivida durante la pandemia, se acabó convirtiendo en una noche sin retorno, un amargo sabor para muchos, una desgracia para sus familiares y amigos, una víctima de homofobia más en España, una noche más en la que una persona ha sido víctima de un linchamiento al que nadie se atrevió a poner fin, y una condena para sus agresores, aunque una de ellas se haya salido de rositas.

Cinco eran las personas implicadas en esta cacería: Diego Montaña Marzoa, Alejandro Freire, Kaio Amaral, Alex Míguez y Catherine `Katy´ Silva. Bien sabemos que los cuatro hombres han sido declarados culpables y antes de hablar de cada uno de ellos, no puedo dejar de comentar la ironía de la vida, que justo la persona que podía haber intentado poner fin es la que no va a tener ninguna pena, si hablo de `Katy´, la chica a la que el jurado (aunque la Fiscal si la consideraba como autora) ha excluido de actuar en el asesinato, pero si la vincula con imposibilitar la defensa, ¿acaso esto no es suficiente para merecer ninguna sanción?

Y como en toda manada, siempre hay un cabecilla, un macho alfa, el que domina y manda en todo grupo. Ese ha sido el caso de Diego Montaña. Él fue quien propinó el primer golpe a Samuel, el que comenzó con todas las agresiones. Pero no solo eso, él se lleva todas las papeletas, porque no solo ha sido acusado como implicado en el caso, sino que lo está con un agravante de homofobia. A montaña no solo le bastaba con pegar a su víctima, sino que tenía que insultarle, agredirle verbalmente con frases como “maricón de mierda” para sentirse superior, como un buen cazador.

Alejandro Míguez, con una pena de 13 años, también ha sido acusado como auto de un delito de cómplice de asesinato. El que intentó salvar su culo tratando de convencer a la Fiscal y al juzgado de que no había estado ahí cuando las pruebas afirmaban haber estado en la escena del crimen.

¿Pero quién es el que sujeta a su víctima para que no huya? Ahí es donde entra Alejandro Freire. El tercer lobo, el que apresó a su víctima entre sus manos intentando ahogarlo para que no escapara, aunque su declaración dijera que intentaba separarlo de Diego.

Y el último, pero no menos participé de ello, está Kaio Amaral. Aunque él aseguró que no le puso la mano encima a Samuel, el jurado considera probado que sí participó activamente en la persecución. Es más, fue el listo de la manada, la cabeza pensante, el que trató que nadie pudiera socorrerle robando el móvil de su presa.

Y así es como cinco jóvenes decidieron acabar con la vida de una persona, con la vida de un chico homosexual que no molestaba a nadie, que solo quería salir y disfrutar con su amiga, volver a casa esa noche y continuar con su trabajo. Pero por desgracia se encontró con cuatro animales sedientos que decidieron que su vida tenía que acabar ahí.

Ahora se ha hecho justicia, y se ha restaurado la dignidad no solo de Samuel Luiz, sino también de toda la familia y víctimas de homofobia que siguen habiendo en este país y todo el mundo.