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Urge actuar en las residencias madrileñas
EL PSOE pone en marcha una campaña para saber las condiciones en las que viven los residentes
MADRID |

Desde el final de la pandemia, el asunto de las residencias es una cuestión tabú para la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. El horror que sufrieron los más de 7.000 ancianos fallecidos en los primeros meses de aquel fatídico 2020 y las críticas de la oposición perseguirán a la líder popular durante toda su carrera política.

Todos los actores políticos parecían asumir que tras la crisis de la Covid19 había que reinventar la forma en la que atendemos a nuestros mayores, sobre todo a los que precisan de una atención especializada y continua las 24 horas del día. Pero la confrontación política ha hecho imposible abordar un debate sosegado y serio alejado del ruido partidista.

En la Comunidad de Madrid hay cerca de 500 residencias de mayores repartidas por los 179 municipios que conforman la región. Y los datos de la pandemia indican que el mayor impacto de la Covid se produjo en los centros públicos y de gestión privada o indirecta, mientras que en las residencias 100% públicas el impacto fue menor. Esto deja al descubierto algo simple: los recursos son mayores en los centros gestionados al completo por la Administración que los que despliegan las empresas privadas en el resto de residencias.

Y los datos no hacen más que confirmar este hecho. Hace unos meses, CCOO de Madrid denunciaba la situación que se vivía en la Residencia y Centro de Día Parque de Los Frailes de Leganés, donde habían podido constatar que los mayores tienen que vivir en un edificio con goteras, con el montacargas de cocina averiado hace más de dos años, con el servicio de lavandería averiado o con carencias de material sanitario. A pesar de esta situación, la Comunidad de Madrid ha permitido a la empresa que gestiona el centro volver a optar a la licitación. Sin embargo, lo que tendría que hacer el gobierno regional es intensificar las inspecciones para comprobar el estado de las instalaciones y la calidad del servicio.

Y lo que ocurre en Leganés no es una excepción, sino que es la norma a lo largo y ancho de la Comunidad. Facua denunció hace unos días las numerosas carencias de las residencias de mayores en la Comunidad y exige al Gobierno regional de Ayuso que ponga en marcha las actuaciones necesarias para corregir las deficiencias.

El PSOE de Juan Lobato se une a las críticas y acaba de lanzar una campaña en redes sociales bajo el nombre de #loQueAyusoOculta para que usuarios y familiares de las residencias puedan comunicar la situación en la que viven los residentes y la calidad del servicio o las carencias que se detecten. Están llamados a participar en esta campaña informativa los trabajadores de las residencias para que puedan denunciar así su situación laboral o la falta de recursos para atender en condiciones a nuestros mayores.

El objetivo es llevar toda la información recogida a la Asamblea de Madrid para que el Gobierno regional actúe. La crítica lleva aparejada también las propuestas de los socialistas para mejorar la situación.

La propuesta estrella del PSOE madrileño pasa por incrementar las plazas de gestión 100% pública que ahora se sitúan en poco más de 6.000 y alcanzar en breve las 13.000 plazas. Los de Lobato apuestan por un modelo residencial en el que prime la seguridad y el trato digno y que se garantice la calidad del servicio.

La respuesta del Gobierno de Ayuso en torno al actual modelo de residencias ha sido la creación de una nueva Comisión de Coordinación Sociosanitaria para mejorar la atención en los centros residenciales. Es un pasito, muy pequeño eso sí, en el camino de mejorar la atención a nuestros mayores.

Se trata de un foro muy técnico y solo integrado por miembros de la Administración de las consejerías de Sanidad, Familia, Juventud y Asuntos Sociales. En él se han marcado el objetivo de potenciar el modelo de Unidades de Atención a Residencias (UAR) para acercar la asistencia sanitaria a los centros residenciales.

Pero se trata de una iniciativa insuficiente en la que no están ni los partidos de la oposición, ni los sindicatos, ni los trabajadores sociales, ni los profesionales de las residencias. El PP debería contar con todos para abordar un problema que es de todos y afecta a todos.

Por el bien de nuestros mayores, Isabel Díaz Ayuso debería bajar del pedestal de la confrontación en el que lleva instalada desde que llegó y escuchar a todos lo que tienen cosas que aportar.