Las Zonas de Bajas Emisiones son una herramienta crucial en la descarbonización de las ciudades, una de las medidas más eficaces para transformar la movilidad e impulsar modos activos, como caminar o pedalear, y una pieza irremplazable e insustituible para la mejorar la salud de la población. Como muchos otros municipios de la Comunidad o el país, Parla necesita reducir de forma notable los contaminantes que vierte a la atmósfera y sobre su ciudadanía.
Cumplir con el máximo legal acordado por la Unión Europea, tal y como muestra el resumen de ISGlobal en su informe ISGlobal-Ranking Of Cities, Urban health study in 1,000 European cities (arriba), sigue haciendo que en el municipio de Parla fallezcan al año entre 15 y 55 personas debido a incumplir los niveles de NO2 recomendados por la OMS, así como otras 24 a 60 personas debido a los altos niveles de PM2.5, siendo uno de los focos principales el tráfico privado forzado de vehículos de motor. A este invaluable coste en vidas se pueden sumar también al menos dos muertes anuales prevenibles y derivadas de la contaminación acústica cuyo origen es también el transporte privado.
Asimismo, en un escenario de crisis climática global, Parla necesita realizar acciones de descarbonización que eviten el vertido de GEI más contaminantes a la atmósfera. El impacto ambiental es el gran problema de la humanidad en el siglo XXI, y su solución implica aprender a vivir en equilibrio con la naturaleza.
A través de una Zona de Bajas Emisiones, los factores atmosféricos mencionados podrán reducir su gravedad. Allí donde se han implantado estas zonas desde hace décadas: la contaminación per cápita se ha reducido, la contaminación local ha alcanzado cotas mucho más bajas, se ha reducido la exposición de la población a aire contaminado y se han observado cambios hacia hábitos más saludables.
Con la nueva Ordenanza de Zona de Bajas Emisiones, Parla activará un área de especial cuidado ambiental, e ingresa en un conjunto de ciudades con amplia tradición de cuidado activo de su población. Pero también en el grupo de ciudades del futuro. El número de ciudades de bajas emisiones, ciudades 30, ciudades que caminan o ciudades ciclistas se multiplican por todo el globo a medida que la ciudadanía, más informada, solicita para sí misma y sus familias entornos más saludables, habitables y amables en los que vivir.
El perímetro dibuja un área de aproximadamente 3,55 km2
El municipio de Parla acaba de publicar, tras la elaboración de un anteproyecto y una consulta pública, la Ordenanza de Bajas Emisiones del municipio, cuyo perímetro dibuja un área de aproximadamente 3,55 km2. Además de los mencionados, uno de los objetivos de esta ZBE es evitar que vehículos contaminantes de otros municipios usen el centro del municipio como aparcamiento disuasorio al usar el Cercanías, y ya se está trabajando por abrir una estación en el norte del municipio que pueda cubrir estos usos.
Asimismo, el municipio contará en su interior de la ZBE una zona de Aparcamiento de Prioridad Residencial con un área de aproximadamente 1,46 km2. Sumado a los objetivos previos se encuentran el dar prioridad de aparcamiento a residentes del municipio y empresas locales.
Desde Más Madrid podemos decir con orgullo que para la elaboración de la ordenanza hemos tenido particularmente en cuenta a los colectivos vulnerables atrapados en una movilidad contaminante de la que resulta complicado escapar. Es por ello que el calendario de descarbonización de la flota de vehículos pone énfasis en no residentes —residentes podrán entrar con vehículos sin etiqueta hasta enero de 2029—, y por lo que familias económicamente vulnerables, empresarios a punto de jubilarse, vehículos especiales o de prestación de algunos servicios esenciales podrán ser autorizados para circular, sin que estas autorizaciones puntuales pero necesarias menoscaben el propósito ambiental y de salud pública del proyecto.
Se abre ahora un plazo de un mes de alegaciones para que la ciudadanía pueda participar de forma más activa en su versión definitiva. La Zona de Bajas Emisiones no solo es obligatoria, sino necesaria, y así nos lo ha hecho llegar la ciudadanía a través de la consulta participativa.
“Los habitantes de Parla podrán disfrutar de un aire más limpio gracias a la ZBE y tener prioridad de aparcamiento para los vehículos de quienes no puedan vivir sin él gracias a la APR. Queremos ir más allá de lo obligatorio por ley y darle a nuestros vecinos y vecinas la calidad de vida que merecen”, señala Miguel Fuentes, concejal de Movilidad Sostenible, Transición Ecológica y Juventud.
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