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Tribuna abierta Otra Parla es Posible
¿Por qué necesitamos más feminismo en Parla?
Parla |

Desde hace unos años, con la llegada de la ultraderecha a los parlamentos, vivimos en un clima de hostilidad que hemos normalizado como sociedad. Discursos que se ven legitimados a través de representantes públicos, que utilizan altavoces como el Congreso de los Diputados o los medios de comunicación para lanzar mensajes de odio y, por qué no decirlo, violencia.

Esto no es sano para la democracia y hay que parar esta agresividad dialéctica que, en ocasiones y desgraciadamente, acaba desembocando en agresividad física. Muchas veces nos encontramos ante la disyuntiva de si responder o no a estos ataques; ¿contestamos y entonces les consideramos interlocutores válidos? ¿Les ignoramos y entonces no tienen respuesta? No es fácil, pero hemos llegado a un momento en el que, decididamente, esto tiene que parar.

En el último Pleno Ordinario del Ayuntamiento de Parla, asistimos a un hecho que no debería darse en democracia. Una representante pública de la ultraderecha (en este caso, ex concejala de Vox) nos acusó durante el debate de ser “amigos de violadores y asesinos” y deseó “de corazón” que fuéramos víctimas de alguna agresión sexual. Incluía en ese deseo, cómo no, a la Ministra de Igualdad, Irene Montero. Le pedimos que retirara estas palabras y pidiera disculpas. No lo hizo y abandonamos el Pleno. Posteriormente, fue expulsada.

Como decía, no es nuevo que en un espacio de soberanía popular como es el Pleno tengamos que escuchar discursos de odio. Pero en esta ocasión se cruzó todo límite asumible para quienes nos consideramos demócratas.

Es una evidencia que las mujeres que ocupamos espacios públicos somos siempre miradas con lupa y cuestionadas doblemente por el hecho de ser mujeres, más aún si somos jóvenes. Desde si estamos preparadas o no, si nos maquillamos o no, si somos madres o no, si tenemos pareja o no, y un sinfín de cuestionamientos que sufrimos a diario y que los compañeros hombres no sufren. Estos machismos sutiles encuentran máximos exponentes cuando quien fuera dirigente del Partido Popular, Pablo Casado, dice en voz alta que la actual Ministra de Igualdad tiene ese cargo “por ser la mujer del vicepresidente”. Cuando una representante de Vox en el Congreso dice que “su único mérito es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias”. O cuando una concejala del Ayuntamiento de Parla desea que la Ministra sufra una violación.

No podemos permitir más violencia en la política ni más ataques hacia las mujeres. Quienes queremos una sociedad democrática y respetuosa no podemos mirar hacia otro lado cuando hay quienes quieren construir esta sociedad en base al odio. Por eso necesitamos más feminismo, en Parla y en todas partes. Para vivir en una sociedad igualitaria y libre de violencias contra las mujeres por el hecho de ser mujeres, donde podamos vivir sin miedo. Con igualdad de oportunidades, con los mismos derechos y la misma responsabilidad en las tareas y cuidados que los hombres. Con una justicia y una educación sin sesgos de género. Porque todas las personas merecemos el mismo respeto y los mismos derechos y las mismas oportunidades. Se acabó tolerar la violencia política hacia las mujeres.

Porque Parla no es odio. Parla es feminista. Parla es igualdad.

Leticia Sánchez Freire

Concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Parla

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