El tiempo. Una unidad de medida que, en ocasiones, se siente eterna y otras veces, pareciera que solo durara un instante. Determina los momentos que vivimos e, independientemente de lo que podamos pensar de su proporción, es una constante inmutable en nuestras vidas. Y es que el tiempo pasa por todos, muchas veces, dejando una huella, y otras, un gran vacío.
Unidos desde 2001
De las consecuencias del paso del tiempo saben mucho los miembros de la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer (AFA) de Pozuelo de Alarcón. Ellos nos abren las puertas de la que pronto, conocemos es una incansable labor. Más de 17 años avalan su experiencia, fruto de la ilusión de algunas personas con familiares que padecen esta enfermedad. “Al principio, se nos atendía en un grupo de ayuda para familiares en el Ayuntamiento, que se reunía cada 15 días. El psicólogo que llevaba la coordinación dijo que no existía ninguna atención específica para esta problemática y los animó a formar una asociación”, nos explica Lúa Paz García, terapeuta ocupacional.
Ahora, atienden a más de 80 familias, el 85% de ellas, de nuestro municipio.
Desde entonces, no han parado de llevar a cabo iniciativas y organizar actividades. “Para familiares hacemos difusión, charlas de todo tipo de información que se necesite, atención en un primer diagnóstico y orientación, etc”. Nos indica que uno de los momentos más duros es el diagnóstico reciente. “Es donde la familia está más desorientada. No saben muy bien cuál va a ser la evolución. Por eso, hacemos una primera acogida importantísima para ir poniendo sobre la mesa decisiones que se deban ir tomando, informamos de recursos que sean del municipio y de la asociación, etc. Todo para que estén bien arropados”.
Unión cuerpo-mente
Y es que cuando hay una persona enferma de Alzheimer en una familia, “hay que volver a colocar los roles ya establecidos y poner un poco de ayuda”. Además de los distintos talleres y actividades, también realizan atención especializada. Un servicio que corre a cargo de cuatro profesionales de la asociación, teniendo en el equipo a dos psicólogas, una de ellas, especializada en terapia con familias y otra a la atención de usuarios.
Dentro de esta atención individualizada, se realizan seguimientos con las familias “e incluso un grupo terapéutico, coordinado con psicología y conmigo en el Centro Prados de Torrejón”. Además, en septiembre cuentan con actividades de lunes a viernes. Entre ellas, destaca la psicoestimulación cognitiva; talleres de memoria, categorización, o cálculo, entre otros.
Las nuevas tecnologías también se integran en las terapias. “Utilizamos tablets para los talleres, e incluso Google Maps, para enseñarles diferentes lugares si no pueden ir”. La gerontogimnasia es otra de las grandes protagonistas. “No solo son importantes los talleres de memoria. Para aquellas personas que han dejado de tener una actividad concreta es importante tener una conexión cuerpo-mente. Y además, se lo pasan estupendamente”, bromea Lúa.
Las manualidades también son una parte importante del día a día en AFA. Pinturas en tela, cerámica, “o lo que se les ocurra, porque ellos deciden. Nosotros les preguntamos qué es lo que les apetece hacer”. De igual forma, realizan psicoestimulación en los domicilios, una atención pensada para personas con problemas de movilidad
Pero sin duda, la musicoterapia se ha convertido en la actividad estrella. Una iniciativa que realizan de 10:00 horas a 13:00 horas los jueves con Alicia Lorenzo, la musicoterapeuta del centro.
Aceptarlo y trabajar
Una de las tareas más duras para los familiares es, sin duda, aceptar que alguien querido padece la enfermedad. “El proceso de aceptación es largo y complicado, y va acorde a la evolución de la enfermedad. Desde aquí hacemos un apoyo integral a toda la familia, mediaciones entre ellos, y si es necesario, les reunimos para poder hablar de cómo ven la situación. Les acompañamos a lo largo de la enfermedad, tanto emocionalmente a nivel individual, como grupal”, añade.
Aprender a cuidar a un familiar con Alzheimer es también una tarea para la que se requiere formación y paciencia. “Como la enfermedad es muy individual y personalizada, no hay dos personas o casos iguales”, indica. “No hay una solución mágica para todas las situaciones de conflicto o de memoria que se generan en el día a día, pero sí que se puede ofrecer un apoyo”.
Y no es la única enfermedad neurodegenerativa que atienden desde la asociación. Aunque principalmente se trata de Alzheimer, también están preparados para otro tipo de demencias como son los Cuerpos de Lewi, demencias mixtas, cardiovasculares, Párkinson, demencia senil, etc.
Las familias interesadas en los servicios que esta asociación ofrece, pueden hacerlo a través del teléfono de AFA 913 52 33 51, o a través de los trabajadores sociales del Ayuntamiento. La Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer de Pozuelo os espera en la Calle Demetrio de la Guerra, 1. "Estamos para lo que necesiten las familias", nos despide Lúa. Seguro que muchas, están deseando conoceros.