Quizá, el día que se retire definitivamente del mundo del motor, reconoceremos lo que ha supuesto la figura de Carlos Sainz para el automovilismo español. Quizá, también, sea difícil ver cómo Carlos Sainz se retira del automovilismo. Pasarán los años y seguirá ganando. Porque él ha nacido para ganar.
Lo hacía en los rallies y lo hace en el Dakar. Su talento le ha llevado a ser, un año más, el mejor piloto de coches de la prueba. Se trata del tercer Dakar de su carrera tras los logrados en 2010 y en 2018. Tres Dakar en tres marcas diferentes. Mini ha sido la última marca para la que ha pilotado, una marca a la que también ha llevado a la gloria.
Juntos han mantenido el liderato de la prueba desde la tercera etapa, superando a los otros dos favoritos: Peterhansel y Al Attiyah
Carlos Sainz -que recordemos es vecino de Pozuelo de Alarcón desde hace muchos años- ha estado acompañado en esta aventura por su inseparable Lucas Cruz, quien estuvo con él en sus dos anteriores victorias. Juntos han mantenido el liderato de la prueba desde la tercera etapa, superando a los otros dos favoritos: Peterhansel y Al Attiyah.
El nivel de sus rivales ha provocado que haya sido el Dakar con las menores diferencias de tiempo de la historia, lo que aporta más valor a lo logrado por nuestro piloto. “Ha sido un rally de ir a todo gas desde el inicio”, explicaba Sainz tras atravesar los últimos metros del Dakar. Él siempre va al límite. Y eso, a veces, tiene su premio. ¡Enhorabuena!