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Desde su inauguración, los vecinos y vecinas de Rivas se han posicionado en contra de los nuevos carriles bici implantados por el Ayuntamiento. Por segunda vez y en apenas quince días, la ciudad se ha echado a la calle para protestar en su contra congregando a alrededor de 2.000 personas, incluso más de 3.500 según cálculos estadísticos.
Una marcha donde se han recorrido más de 2 kilómetros de la ciudad desde el CEIP José Saramago hasta la plaza de la Constitución al grito de "¡NO AL CARRIL!". Trasladan que, a pesar de las palabras del concejal de movilidad y de la propia alcaldesa, surgían atascos "donde antes no había (y no, no son por las obras) y se multiplican allí donde empezaba a haberlos".
Inciden en la contaminación que esta iniciativa estaría generando además de espacios "inseguros" y que requerirán de un mantenimiento que desde Vecinos por Rivas "dudamos mucho que nuestro gobierno municipal lleve a cabo". Ejemplifican este sentir con separadores rotos durante más de una semana, "dejando al aire dos tornillos peligrosísimos para la seguridad de los ciclistas".
La alcaldesa no hizo acto de presencia, ni ha tenido desde la primera concentración el más mínimo gesto de reunirse ni con nosotros (tenemos una reunión solicitada hace más de 3 meses) ni con la Plataforma por la Movilidad, a la que hemos consultado
El pequeño comercio también habría sufrido por esta "implantación sin sentido" donde las Avenidas de Aurelio Álvarez o Pablo Iglesias habrían perdido clientes y, por ende, bajado sus ventas en plena campaña navideña. Desde Vecinos señalan que el motivo reside en los problemas de aparcamiento.
Desde la formación local animan a los ripenses a colaborar con sus causas tras cuatro años en los que la alcaldesa no habría permitido la asistencia a los plenos municipales y a participar en los turnos de ruegos y preguntas, "presentando escritos que son ignorados y que hay que reclamar a instancias superiores", las cuales les habrían dado la razón.
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