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Disciplina, flexibilidad, control o coordinación son algunas de las características que describen al Club de Gimnasia Rítmica de Sanse. Un total de 250 gimnastas acuden a la Escuela durante la semana, aunque solo 65 forman parte del equipo de competición. “La mayoría llevan toda la vida con nosotras”, puntualiza Paula Díaz-Salado, una de las entrenadoras del equipo de competición y directora técnica del Club.
Cada año, la gimnasia rítmica en nuestra ciudad cuenta con más aficionados. “Hace cinco que se renovó el Club y empezamos con 70 chicas”, explica Paula. El buen trabajo del grupo ha conseguido que este deporte -mayoritariamente femenino, aunque no exclusivo porque el Club cuenta un chico en sus filas- sea uno de los orgullos sanseros.
Los equipos de la escuela y los de competición conforman una gran familia. “En la escuela hay ocho grupos y, en competición, tenemos 10 conjuntos y dos gimnastas individuales”, señala. Normalmente, la alumna pasa primero por la escuela y, dependiendo de sus habilidades y condición física, se puede convertir en una futura competidora. Actualmente, a nivel autonómico, las chicas se encuentran en plena competición logrando puestos buenos y medallas en los campeonatos zonales y de federación. Sin embargo, hasta septiembre no empezarán las competiciones de cara al campeonato de España y habrá que esperar hasta noviembre para descubrir quién se subirá al pódium.
Hasta diez horas de entreno
Los primeros veinte minutos, preparación física para coger resistencia. A continuación, comienza el calentamiento específico con ejercicios de flexibilidad y, finalmente, se perfecciona la técnica de aparato (maza, aro, cinta…) y técnica corporal. Esta es la primera parte de un entrenamiento que termina con la preparación del ejercicio que se presentará a la competición. Un ritual que repiten los lunes, miércoles y viernes, en el pabellón del V Centenario y, el martes y el jueves, en el Miguel Delibes.
Siete horas, en el caso de las gimnastas que compiten a nivel autonómico, y hasta diez, las de nivel nacional, es el tiempo que dedican a este deporte. “Aunque entrenamos bastantes horas, nunca son suficientes porque para ir a competición se necesita dedicar mucho tiempo”, apostilla.
Aunque entrenamos bastantes horas, nunca son suficientes porque para ir a competición se necesita dedicar mucho tiempo
Trabajo en equipo
Un deporte exigente que requiere unas instalaciones adecuadas para poder llevar a cabo los ejercicios, según los requisitos que imponen desde la Federación Española. “Por ejemplo, los pabellones tienen que tener cierta altura. Es muy típico que los aparatos se nos queden colgados en los focos o las vigas del V Centenario. En cambio, el pabellón Miguel Delibes -que nos ha cedido este año Sanse- es perfecto para entrenar la competición al ser más alto”. Un detalle que se nota a la hora de montar los ejercicios “porque necesitas correr ciertos riesgos y si no hay altura no te da tiempo a hacer tres volteretas debajo del aro”.
Una vez al trimestre, el Club organiza unas Jornadas de Puertas Abiertas para que cualquier vecino o vecina de nuestra ciudad se anime a probar este deporte que, en palabras de una de las entrenadoras, “aporta mucha confianza en sí mismo, coordinación, trabajo en equipo y, sobre todo, compañerismo”.