Se estima que en España la alergia al polen afecta a un 20% de la población. Dato que según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) aumentará considerablemente en los próximos 20 años, pudiendo llegar a al 30% de la población española. Así, hay personas que sufren dificultad respiratoria, mal funcionamiento del corazón o un acusado descenso de la presión arterial, algo que las sopladoras empeoran.
Estos problemas de salud se agravan cuando la limpieza de calles es errónea y se usan sopladoras, que es uno de los factores que más problemas de alergia provocan. Estas sopladoras distribuyen en el aire las partículas de polvo, polen, hongos y bacterias que existen en el suelo, aumentando el riesgo de inhalación. Eso a su vez aumenta el riesgo para la salud tanto para los vecinos y vecinas como para los trabajadores y trabajadoras, además de suponer un aumento de la contaminación por el carburante que utilizan. De hecho, algunos países ya han regulado o incluso prohibido su uso por salud pública.
Juan Torres, portavoz y concejal de Izquierda Independiente, ha destacado que “ya está comprobado que el uso de las sopladoras no soluciona el problema de limpieza y encima propicia un aumento de casos de alergia al expandir por el aire tanto el polen de árboles como la suciedad e incluso excrementos de aves como las palomas. Es necesario dejar de utilizarlas en el espacio público tal y como piden los expertos médicos y ya han hecho muchos países europeos. La salud de nuestros vecinos y vecinas tiene que ser una prioridad en nuestra ciudad”.
Por ello, Izquierda Independiente presentó en 2019 una moción para modificar la estrategia de limpieza de las calles y que se dejasen de utilizar sopladoras como método de limpieza. El partido sigue proponiendo que sean sustituidas por métodos de limpieza menos peligrosos para las personas como es la tradicional forma de barrido o el aspirado. El partido local vuelve a pedir, ahora al gobierno del PP, que se elimine el uso de las sopladoras y que se aproveche la licitación del nuevo contrato de limpieza para realizarlo.
“Los intereses económicos de las empresas de limpieza o del ayuntamiento no pueden estar por encima de la salud. Somos conscientes que cada vez más personas sufren algún tipo de alergia, por eso creemos que es responsabilidad del gobierno hacer lo que esté en su mano para paliar este problema. Es necesario un cambio en el método de limpieza, sustituyendo las sopladoras a favor de métodos más saludables. Las sopladoras no limpian, sólo esparcen polen, polvo, hongos y bacterias. Pedimos utilizar métodos que no perjudiquen a nuestros vecinos y vecinas. También creemos que esto debería ir acompañado de una campaña para sustituir paulatinamente los árboles más alergénicos por especies menos problemáticas”, concluye Carmen Palacios, concejala de Izquierda Independiente.