Marcos Jiménez se hizo un nombre en el fútbol madrileño por su trabajo en el Trival Valderas. De su mano, el club de San José de Valderas (Alcorcón) consiguió ascender desde la Primera Regional madrileña hasta la Segunda división B, llegando a jugar en Copa del Rey. Un hito que no pasó desapercibido para los clubes de la Comunidad de Madrid. Uno de ellos, el nómada Internacional de Madrid-Boadilla, confió en el técnico para su proyecto.
Con él en el banquillo, el Inter se convirtió en uno de los equipos revelación de Segunda división B, desplegando un fútbol de ataque que enamoró a los aficionados. Un estilo propio que le ha servido a Marcos Jiménez para llevar las riendas de la U.D. Sanse a partir de esta próxima temporada. Una campaña que, sin lugar a dudas, será diferente a las demás.
El maldito virus condiciona una planificación que queda en manos de las autoridades sanitarias. “Desde el punto de vista deportivo, de momento va todo muy bien. Desde el punto de vista global, con la incertidumbre que estamos todos”, nos cuenta Marcos. Acaba de salir de uno de los entrenamientos de esta pretemporada tan atípica, una pretemporada “muy progresiva”, nos explica, añadiendo que “si una pretemporada normal son seis semanas, ahora vamos a hacer una de casi diez u once”.
El objetivo, después de tantos meses sin tocar el balón, es evitar las lesiones: “hacemos muchas cosas de técnica. Es un trabajo mucho más liviano, de menos carga. Sin ningún tipo de prisa”. La falta de actividad se ha notado, sobre todo, en el contacto con el balón. Así, al menos, se lo cuentan los jugadores más veteranos: “les he dicho: “¿qué tal? ¿Ya nos hemos reencontrado con el fútbol?” Y, dicen: “vaya sensaciones más raras””.
Estoy muy contento con todas las incorporaciones que se han hecho. Lo que estoy viendo en el día a día es gente muy profesional
La pregunta para el nuevo míster de la U.D. Sanse es sencilla: ¿cuántas ganas tienes de volver a competir? Sin embargo, su respuesta muestra el momento actual del fútbol no profesional: “lo normal que tendría que responder es tener un diez de ganas, que las tengo. Pero focalizo mucho más mi atención en poder competir. Es un objetivo mucho más pobre. Mi objetivo es poder competir, que todo se desarrolle con normalidad, me da igual que sea dentro de dos semanas o dentro de tres meses, pero que todo fluya con normalidad. Me inquieta mucho más el saber si va a haber competición o no va a haber”.
Cuando se pueda volver al campo, Marcos Jiménez disfrutará de un club que no ha parado de evolucionar en los últimos años. El objetivo, nos cuenta entre risas, “es quedar primeros”. La ilusión, explica, debe ser máxima al inicio de un proyecto de este tipo, pero matiza: “por presupuesto, que es como suelen quedar ajustadas las clasificaciones, nos corresponde estar en mitad de tabla”.
Sueña, eso sí, con la posibilidad de meter al equipo en la nueva Segunda B Pro, un modelo que, por otro lado, le genera ciertas dudas. “Creo que con la que está cayendo, cuanto menos se hubiese tocado todo, mejor. Yo hubiese dado una temporada nula en la anterior y hubiera hecho una temporada normal este año, sabiendo que en cualquier momento puede haber un parón. Pero creo que toda reestructuración, todo invento que se quiera hacer, es arriesgado”, afirma el entrenador sansero.
Junto a él, ha llegado a San Sebastián de los Reyes Mario Fuentes, su mano derecha durante su etapa en el Inter. Junto a él, y junto a Casquero, está formando una plantilla con muy buena pinta: “estoy muy contento con todas las incorporaciones que se han hecho. Lo que estoy viendo en el día a día es gente muy profesional, no hace falta decirle las cosas ni dos veces. Incluso, hay veces que no hace falta ni decirlas. Eso te facilita mucho el trabajo”. Comienza una nueva era en la U.D. San Sebastián de los Reyes.