El coronavirus ha paralizado prácticamente en su totalidad al mundo, en general, y a Sanse, en particular. Desde hace más de un mes no se habla de otra cosa que no sea la COVID-19. En San Sebastián de los Reyes, antes de que el virus atravesase nuestras fronteras las primeras planas eran ocupadas por otra noticia: Narciso Romero, alcalde de la ciudad, confirmaba que los circos con animales podían volver a Sanse.
Romero se congregó con la asociación Circos Reunidos y les confirmó que los circos con animales podían instalarse en el municipio ya que no había ninguna ordenanza municipal que lo prohibiese a pesar de que se aprobó en 2016 una moción contra este tipo de espectáculos.
Desde Animalistas Sanse, asociación que lucha por defender los derechos de los animales, consideran que este tipo de acciones son “meras declaraciones de cara a la galería, con interés mediático y electoral” ya que no son vinculantes ni tienen obligatoriedad jurídica. Si bien es cierto que, como indicó el alcalde, la facultad para ‘prohibir’ los circos con animales pertenece a la Comunidad de Madrid, los ayuntamientos tienen “plenas competencias para denegar de forma motivada su ‘autorización’”.
La asociación se reunió, junto a Infocircos, con el consistorio para tratar esta cuestión y afirman que “miembros del Equipo de Gobierno, incluidos Narciso Romero y Miguel Ángel Martín Perdiguero, alcalde y vicealcalde, nos indicaron que no querían circos con animales en el municipio, pero alegaban que la responsabilidad última era del ejecutivo de la Comunidad”. Por esa razón, y teniendo en cuenta la moción aprobada en 2016, aseguran que “no tiene sentido alguno”, ya que, prosiguen, “si algo se quiere, se trabaja políticamente para conseguirlo”.
Miembros del Equipo de Gobierno, incluidos Narciso Romero y Miguel Ángel Martín Perdiguero, alcalde y vicealcalde, nos indicaron que no querían circos con animales en el municipio, pero alegaban que la responsabilidad última era del ejecutivo de la Comunidad
Circos Reunidos catalogó los espectáculos circenses con animales como cultura y que, por tanto, no se podían prohibir. Animalistas Sanse se muestra totalmente contrario a esta opinión. Para justificar su punto de vista se centran en las “múltiples investigaciones que muestran los crueles entrenamientos a los que someten a estos animales o las condiciones miserables de reclusión en las que se encuentran”.
Asimismo, animan a los lectores a “informarse a documentarse por sí mismos” sobre cómo son tratados los animales para conseguir esos movimientos tan antinaturales en ellos en cada función. Además, ponen de manifiesto que buenos ejemplos de cultura circense son el Circo del Sol o el Circo Imperial Chino, con gran prestigio internacional “sin necesidad de explotar animales”.
Cuando se supo la noticia de la vuelta de los circos con animales, rápidamente convocaron una concentración en las puertas del ayuntamiento. Pero, una vez la crisis del coronavirus empezó a acechar nuestras fronteras, la aplazaron por “responsabilidad social”.
Posteriormente, prepararon una campaña de activismo virtual para mostrar que el rechazo a los circos con animales era de carácter mayoritario en Sanse, pero debido a la situación que se encuentra todo el país, esta campaña “ha quedado reservada en la agenda a la espera de cómo vayan evolucionando los acontecimientos”.
San Sebastián de los Reyes se ha caracterizado desde hace muchos años por ser una de las ciudades que más pasión tienen por el toreo. De ahí que se le conozca como ‘la Pamplona chica’ por sus famosos encierros.
Animalistas Sanse viene defendiendo años la idea de que la tauromaquia no es arte, si no una tortura que tiene como mártir al toro. Cada año se destinas más de 600.000 euros en ayudas para fomentar actividades de esta índole. Aun así, la afición social por la tauromaquia en Sanse, como en el resto del país, está sufriendo una evidente disminución. Por esa razón, prevén “un horizonte no tan lejano como a algunos les gustaría para el fin de estas crueles prácticas”, por lo que consideran que la tauromaquia en Sanse está cada vez más cerca de su extinción.