La semana pasada el Ayuntamiento de Sanse abría dos parques infantiles en la Dehesa Vieja y Tempranales. Ambos con toboganes de casi ocho metros de altura, los más altos de Madrid. Apenas estrenados Kiana, una niña de 11 años que quiso probar a lanzarse por uno de ellos, terminó en muletas por un accidente. Lo que pudiera parecer la acción más inocente, aparte de la más lógica cuando unes a un niño y un tobogán: Tirarse por él, terminó con la menor en el hospital por una luxación de cadera.
La niña permaneció ingresada durante dos días y tuvieron que sedarla para colocarle la cadera manualmente con un movimiento del fémur. La obra, financiada por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid con 873.00 euros, podría quedar en nada ya que se cuestiona su seguridad. Los padres de Kiana han advertido a otras familias en las redes, no solo con su caso, sino con otros de niños que han sufrido quemaduras y hematomas menores. Además se plantean denunciar lo ocurrido, a pesar de que el Consistorio defiende que las instalaciones han pasado todas las certificaciones de seguridad exigidas.
La lesión es propia de personas que han sufrido accidentes de tráfico
El accidente se produjo el jueves 1 de julio, dos días después de inaugurar el parque. Al tirarse, la pierna derecha se levantó en una curva haciendo que el zapato tocara con el techo. El pie permaneció atascado arriba mientras el cuerpo de la niña descendió a toda velocidad.
Tras el descenso la niña fue trasladada al hospital Infanta Sofía donde los especialistas le diagnosticaron una dislocación de cadera propia de un accidente de tráfico. Una lesión nada común en niños que juegan en un parque, sino más propia de personas de mayor edad que reciben un gran impacto.
Alejandra Muñagorri, concejala delegada de Parques y Jardines del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, ha reafirmado la seguridad del las instalaciones en Telemadrid. Afirma que en los parques se producen accidentes a diario y que "el Ayuntamiento no tiene constancia fehaciente de qué es lo que ha sucedido, ni tenemos parte de lesiones ni tenemos a unos peritos que puedan determinar que pudiera haber una falla en el diseño".
En el mismo programa ha aprovechado para tranquilizar a la ciudadanía y asegurarles que "la seguridad es muy exigente y en este caso se cumple holgadamente". El Ayuntamiento asegura que cumple con todas las certificaciones de seguridad y han hecho revisar de nuevo el parque, por lo cual, no se ha precintado. Por otro lado, recuerdan que los padres tienen que revisar los juegos de los hijos si quieren evitar incidentes, algo que parece complicado cuando el niño está dentro de un tubo cerrado homologado.