Se trataba de un evento histórico: la primera prueba UCI celebrada en España en la era del coronavirus. No era para menos que Daniel Barbero, ciclista del Club Ciclista Torrejón, estuviera nervioso antes de participar en la Colina Triste 2020. Una edición especial, donde las medidas de seguridad e higiene eran las grandes protagonistas.
Celebrada entre el 6 y el 9 de agosto, contaba con la novedad de tener dos sedes: el Burgo de Osma (Soria) y Santo Domingo de Silos (Burgos). El objetivo de los ciclistas era claro: completar los 322 kilómetros que se habían diseñado para las 4 etapas, contando un desnivel positivo de 6.800 metros.
Como premio principal, la medalla de finisher y el hecho de haber quedado en el puesto 17 de su categoría (máster 30)
Hasta allí se fue Daniel junto a su compañero, Sergio Fernández. Ambos consiguieron finalizar la exigente prueba con un tiempo de 19 horas y 39 minutos, lo que les sirvió para colarse en la clasificación final en el puesto 83. Pero, más allá de lo competitivo, ambos lograron acabar una carrera que no fue sencilla desde el principio.
Tuvieron que afrontar las altas temperaturas, que, en muchos casos, superaban los 45 grados. También, los grandes desniveles presentes en el recorrido. Como premio principal, la medalla de finisher y el hecho de haber quedado en el puesto 17 de su categoría (máster 30).