Nadie dijo, cuando supimos que el Barça volvería a ser nuestro rival en la final de la Liga Nacional de Fútbol Sala, que fuera a ser fácil. Ni mucho menos. El respeto existente entre los dos mejores equipos del mundo quedó patente desde el primer minuto.
Un respeto que se convirtió en tensión según pasaban los encuentros de la final...hasta llegar al quinto. Todo o nada con el público interista animando sin parar a los jugadores. Gente de Torrejón, de Alcalá o de cualquier parte de Madrid. Todos juntos apoyando al Inter.
Los nervios se pasaron muy rápido, sabedores de la oportunidad histórica que nos brindaba, otra vez, el fútbol sala. Ser campeones de liga por quinto año consecutivo era un premio que no podíamos dejar escapar. Y no lo hicimos.
Aunque costó. El Barça se adelantó en el marcador con un tanto del héroe del Palau, Dyego, que volvió a batir a Jesús Herrero con un disparo cruzado con la pierna derecha.
Un gol que descolocó al Inter por unos minutos. Sin embargo, los nuestros volvieron a la carga tras el descanso, asediando la portería de Paco Sedano -que jugaba su último partido oficial- buscando el empate.
El Inter cierra, así, una temporada histórica, donde se ha llevado, además de la liga, la UEFA Fútsal Cup y la Supercopa
Pola, Carlos Ortiz, Elisandro...todos ellos intentaban hacer olvidar la baja del mejor jugador del mundo. Un Ricardinho que se rompió en el último encuentro en Barcelona.
Paco Sedano se convirtió en un muro para los nuestros, que lo intentaron de todas las formas posibles. Solo un dato nos sirve para comprobar el asedio: más de 70 tiros en un partido loco.
Fue el propio Elisandro el encargado de igualar el encuentro en el minuto 36 del duelo con un zurdazo ante el que nada pudo hacer el portero de Móstoles.
Ambos conjuntos intentaron, en los últimos minutos, romper el empate, sabedores de que podría ser el gol del campeonato. Gadeia lo intentó de doble penalti, pero el balón se estrelló en el larguero.
El partido se fue, otra vez, a la prórroga, donde Sergio Lozano lo intentó con un doble penalti que se fue por arriba de la portería interista. Pocas ocasiones y directos a los penaltis.
Borja anotaba el primero; Dyego empataba para el Barça; Pola hacía el 2 a 1 con total tranquilidad; y llegaba el momento de Álex González, que, con su parada, dejaba la eliminatoria perfecta para que Gadeia nos diese un nuevo título.
El quinto de liga consecutivo. El Inter cierra, así, una temporada histórica, donde se ha llevado, además de la liga, la UEFA Fútsal Cup y la Supercopa.