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El Comedor Solidario de Torrejón de Ardoz atiende día tras día a personas sin hogar. Les ofrecen desayuno, comida y cena, pero desde 2015, han dado un paso más allá, creando un centro de acogida en donde estas personas pueden pasar la mañana bajo techo, como comenta el presidente de la asociación, Manuel Cruz.
Desde 2018, llevan solicitando la ayuda al RMI (Renta Mínima de Inserción). Pero a finales de 2020, se les ha anunciado que no iban a percibirla. Están haciendo todo lo posible con ayuda del Ayuntamiento de Torrejón para poder solucionar este problema. Con esta ayuda se financia el Centro de acogida y encuentro, que da “protección física y una ayuda para entretenerse” a estas personas que viven en la calle. Asimismo, ofrecen “una asistenta social”, que les ayuda a la hora de hacer sus currículums o a solucionar cualquier problema de papeleo que tengan. Sin esta ayuda, les sería muy difícil seguir abiertos.
Sin esta ayuda, les sería muy difícil seguir abiertos
Antes de la pandemia de la Covid-19, el comedor daba una media de 60-70 comidas diarias, pero desde marzo, se han triplicado las cifras. Se dan cerca de 200 comidas al día. La necesidad de invertir más fondos al día en alimento requiere de una mayor colaboración. Cuentan con bancos, comercios, asociaciones de Torrejón, hermandades, el ayuntamiento, pero ante la situación de una posible crisis la necesidad aumenta. Desde el Comedor, han puesto en marcha una campaña de Solidaridad por la que dan las gracias a los donantes.
Adentrándonos en el invierno, no podemos olvidarnos del frío y en este caso, de la excepcional borrasca Filomena que ha dejado mucha nieve en nuestra comunidad. El comedor trabaja la exclusión social y son estas personas las que peor lo pasan. Por ello, la directora del proyecto, Fuensanta, expone a Soyde. que el propósito de esta asociación es buscarles la habitación, pero es muy difícil.
Fuensanta deja claro algo que muchas veces pasamos por alto: “La calle es muy dura, provoca muchísimos problemas de baja estima, de esquizofrenias, de epilepsias y es un caldo de cultivo para la droga y la prostitución”.
El Comedor Solidario de Torrejón de Ardoz ayuda a 180 asistentes, entre ellos hay 51 familias con niños. El día de Reyes, Fuensanta comenta que pudieron dar “26 juguetes”. “El 40% eran españoles y el 60% migrantes”. “Es una necesidad grave el que acojamos a los migrantes y sepamos recibirlos, que pueden ser un avance positivo para la población esta renovación de gente y asumirlos en el esfuerzo que pueden traer de trabajo”, expone Fuensanta.
Los talleres, que se realizan durante la mañana, son colectivos, pero la acogida es individualizada y de calidad. Se conocen a todos los que vienen, si falta un día alguno, saben que no ha ido. Así lo indica Alicia, la coordinadora de talleres. Se les trata como iguales ante una sociedad que les excluye, en el comedor, en los talleres y en el centro, se les conoce por su nombre y apellido/s.
La coordinadora explica que en el inicio de la pandemia “había mucho miedo”, pero la labor del comedor debía seguir adelante. Estas personas tenían que comer y poder tener una higiene. Se les hizo un papel para que no se les multara al estar en la calle. Gracias a la labor que se hace desde los talleres y en general, desde la asociación, estas personas subsanan los problemas de accesibilidad a estos medios.