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La basura espacial de Putin será cazada por esta empresa de Tres Cantos
GMV ha sido contratada para crear un software que permita conocer la trayectoria de los deshechos espaciales
Tres Cantos |

Ante la estupefacción de todo el planeta, el pasado martes 16 de noviembre, Rusia lanzaba un misil espacial para destruir un satélite de su propiedad que ya estaba en desuso. Puesto en órbita en 1982, la destrucción de este aparato espacial por orden de Putin provocó que se generase una gran cantidad de basura espacial que puso en jaque a los astronautas de la Estación Espacial Internacional.

"Este tipo de operaciones no son habituales, pero algunas más se han dado en la historia reciente. Los americanos lo hicieron en 2008, los chinos en 2007, los indios en 2019... y ahora los rusos. Los objetos estaban razonablemente lejos pero hasta que no se estuvo completamente seguro, los astronautas permanecieron en la cápsula Soyuz y en la Crew Dragon, que eran las naves de evacuación", explica Alberto Águeda Mate, ingeniero aeronáutico de la empresa GMV de Tres Cantos que ha sido contratada para una importante misión.

Y es que la empresa aeroespacial alemana DLR, ha querido contar con los servicios de esta empresa tricantina para que cree un sistema de emisión que permita "catalogar y predecir el rumbo" de la basura espacial, como la que se generó con la destrucción del satélite ruso. Esto ayudaría a evitar daños en lugares como la Estación Espacial Internacional o en los satélites que todo el mundo utiliza para comunicarse.

El primer mensaje que hay que trasladar al público general es que la basura espacial caiga es, por así decirlo, una buena noticia

"Hay que tener en cuenta que se mueven a velocidades de kilómetros por segundo. A ese ritmo, un residuo de un centímetro puede dejar fuera de juego estos instrumentos. No sería una colisión catastrófica como las que se ven en la película 'Gravity', el efecto sería más parecido al de una bala", aclara Águeda.

"El primer mensaje que hay que trasladar al público general es que la basura espacial caiga es, por así decirlo, una buena noticia", recuerda Águeda en una entrevista con El Confidencial, la mayoría de piezas, debido a la fricción con la atmósfera y el calor generado, se desintegran. Solo aquellas más grandes, con piezas como pueden ser las lentes de cristal de un telescopio o tienen una parte muy grande de titanio suelen ser las que pueden soportar este proceso. Obviamente hay que monitorizarlo por si existe peligro de que impacte en una zona poblada o en una infraestructura crítica como una central nuclear", remata.