Con la relajación post vacacional todo parece más suave. Por ejemplo, las altas temperaturas, la ola de calor de aquellos días de julio y agosto está remitiendo. Pero eso no va a modificar la tendencia que, negacionista aparte, es ampliamente conocida; estamos en plena emergencia climática. El cambio es irreversible, pero lo peor es que hacemos poco o nada por desacelerarlo y mitigar sus efectos.
Aunque aún hay quien -el gobierno del PP de Tres Cantos entre ellos- mira interesadamente hacia otro lado e, incluso, nos señala con interés otras cuestiones para despistarnos.
Es imprescindible conservar el entorno natural en las mejores condiciones, ayudar a su regeneración natural, mantener la biodiversidad autóctona, mimar nuestros escasos cauces naturales y usar los recursos hídricos de manera eficaz y con sentido común. Debemos ya olvidarnos de proyectos caros e insostenibles para ajardinar nuestro entorno, diferenciándolas zonas y parques naturales de los jardines y parques urbanos.
En estos últimos también tenemos mucho que hacer para colaborar en la batalla contra el cambio climático. Las grandes extensiones de césped son insostenibles, aunque podamos pagar el agua, malgastarla es terrorismo medioambiental. El agua reciclada que la Confederación Hidrográfica del Tajo nos permite usar para regar apenas cubre entre un 15 y un 20% de las necesidades actuales de nuestros parques y zonas ajardinadas. La solución no es, como hemos oído decir en el Pleno Municipal, solicitar usar más agua regenerada a costa de los arroyos que atraviesan Viñuelas, ni tampoco debemos seguir malgastando el agua de beber para regar la hierba. Las aromáticas autóctonas, lavanda, romero, tomillo, … apenas gastan agua, requieren escaso mantenimiento y huelen muy bien.
Plantar especies de árboles adaptados a la zona que exijan poca agua y proporcionen mucha sombra, no sustituir innecesariamente zonas de tierra por bloques de cemento, no favorecer el urbanismo de plazas duras (mucho cemento y poca vegetación), dulcificar las tareas de extinción de las llamadas malas hierbas, suspender el uso de herbicidas peligrosos, dar preferencia a los insecticidas naturales (como los jabones potásicos o purines naturales) frente a los químicos que eliminan también los insectos polinizadores, …
En resumen, aprovechando el nuevo ciclo escolar y laboral tras las vacaciones, vamos a pensar conjuntamente sobre estos temas que deberían estar más allá de las ideologías, aunque lamentablemente no suele ser así. Ya no se trata del futuro de generaciones venideras, vamos tan tarde que nos está afectando en el momento presente. Si mejoramos un par de grados la temperatura de nuestra ciudad habrá más días en que no tendremos que encender el aire acondicionado y, cuando lo hagamos, gastaremos menos para obtener una temperatura confortable. Si, de paso, intentamos mover el termostato uno o dos grados, habremos avanzado bastante.
Aprovechando el nuevo ciclo escolar y laboral tras las vacaciones, vamos a pensar conjuntamente sobre estos temas que deberían estar más allá de las ideologías
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