Como testimonio de la importante actividad cerámica registrada en Valdemorillo a lo largo de diversos períodos de su historia, los fondos de su Cueva Museo de Cerámica y Vidrio (CUMVAL), acaban de verse enriquecidos con las recientes donaciones realizadas por dos vecinos que de forma altruista acercan al resto de la población y al público en general, de un lado la singularidad y, de otro, la trascendencia de las piezas aportadas como material representativo de la producción, en sus distintas etapas, de la fábrica que se alzó donde hoy se localizan la Casa de Cultura Giralt Laporta y el citado museo. De ahí que el Ayuntamiento, a través de la concejalía de Cultura y Turismo, agradezca especialmente el gesto de ambos coleccionistas “al permitirnos incluir en el catálogo de CUMVAL unos objetos que forman parte de la tradición ceramista e industrial de nuestro pueblo”.
Así lo explica Victoria Gil, quien ha sido la encargada, días atrás, de recibir personalmente de manos de Eduardo Bravo, poseedor de una fabulosa colección de cerámica de Valdemorillo, una singular pieza realizada en la Fábrica ASO, acrónimo de Antonio Salvador Orodea, famoso ceramista local, ganador de numerosos premios por sus diseños vanguardistas. En concreto, se trata de un pequeño León, realizado en gres con esmaltes, que como ha confirmado su propio autor, formaba parte de una trilogía que completaban las figuras de un elefante y un águila, todas diseñadas en los años 80 del pasado siglo.
Cabe recordar que Antonio Salvador Orodea, que sigue activo a sus 90 años, proviene precisamente de una larga tradición familiar de ceramistas, partícipes de la Fábrica de Juan Falcó y Compañía o Sociedad del Aulencia. Precisamente fue su abuelo, José Orodea, el modelista de todas las vajillas que salieron de la fábrica y el encargado de traer las decoraciones de Inglaterra. Siguiendo la tradición, la hija de José y madre de Antonio, Ramona Orodea, fue la creadora de muchas jarritas decorativas como las que también pueden verse en CUMVAL.
En cuanto a la segunda de las donaciones registradas este mes, se debe a la gentileza de otro vecino, al entregar varios ejemplares de distintos tipos de aisladores eléctricos de Falcó o Sociedad del Aulencia y Giralt Laporta. Todo un regalo que igualmente enriquece la colección del museo, en este caso en el apartado de material eléctrico.
Se da la circunstancia que el logo de CUMVAL es un aislador eléctrico, por ser una de las piezas que se fabricaron en ambas etapas de la fábrica y toda una muestra de la innovación y modernidad de la que hicieron gala sus propietarios. Juan Falcó Sancho empezó a fabricarlos a principios del siglo XX con el inicio del tendido eléctrico en España y Giralt Laporta continuó fabricándolos, utilizando incluso los mismos catálogos.
###79462##