Tras varios días de escándalo, el grupo Casablanca por fin ha emitido un comunicado a través de Twitter. En él, el grupo reconoce haber detectado anomalías en la vacunación. La residencia habría estado vacunando a “mayores familiares de riesgo de algunos empleados”, según reza el propio comunicado. Esto se ha producido en un contexto de primera fase de vacunación, en la que solo se puede vacunar a residentes y a personal sociosanitario.
La dirección médica del centro se ha excusado de los hechos acontecidos exponiendo que las personas vacunadas extraoficialmente sí que pertenecían al entorno del centro, al ser, por ejemplo, dos sacerdotes que impartían el culto en el centro. Además, se han ha justificado apoyándose en el aprovechamiento de las dosis recibidas. Dicen que la vida útil de una vacuna es de dos horas una vez reconstruida y que, si no se utiliza, se pierde…
La residencia no ha querido hacer declaraciones ante nuestros intentos de ponernos en contacto
La Comunidad abre investigación
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido, valiéndose del registro nominal de administración de la vacuna con el que cuentan. Con este, en poco tiempo conseguirán saber a quien han ido dirigidas todas las dosis de la vacuna de Pfizer que se otorgaron a la residencia Casablanca Valdesur en esta primera fase de vacunación.