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Jonathan Moñiz, alias 'el Piojo', fugado hace más de dos meses de la cárcel, embistió con su coche, al parecer robado, a dos vehículos policiales antes de ser detenido en la calle Sánchez Albornoz, en el madrileño distrito de Latina, según han indicado a Efe fuentes próximas a la investigación.
Ha sido en torno a las nueve de la noche cuando agentes del grupo XXI de la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía, junto con policías de la Comisaría de Usera-Villaverde, le han arrestado tras una persecución en la que 'el Piojo' ha embestido a los coches policiales, pero finalmente ha sido interceptado.
Junto con su hermano Miguel Ángel, ambos expertos aluniceros y butroneros, 'el Piojo' se fugó el pasado 5 de diciembre de la prisión madrileña de Valdemoro, en una acción por la que se investiga a un funcionario de Prisiones y a dos guardias civiles.
Investigados dos guardias civiles y un funcionario de la cárcel por haber actuado de forma negligente o haber facilitado la fuga
Los hermanos tenían muy preparado su plan de huida para burlar todos los sistemas de seguridad, aunque se investiga si pudieron contar con algún tipo de ayuda. Según indicaron en su día a Efe fuentes próximas a la investigación, los reclusos lograron fabricar una llave (aún no se ha podido determinar cómo lo hicieron) del denominado "cuarto de maletas", una especie de almacén donde se guardan pertenencias de los presos que no pueden tener en la celda.
Se sospecha que alguno de ellos pidió un día poder acceder a ese cuarto para recoger alguna prenda y aprovechó para hacerse con la forma de la llave, si bien todavía no se sabe cómo pudo hacerlo. Este 'cuarto de maletas' se abre en muy pocas ocasiones, por lo que los hermanos tuvieron ocasión, ya con la copia de la llave en su poder, de entrar varias veces e ir serrando poco a poco los barrotes de la ventana del almacén.
Muy 'profesionales' del butrón -no en vano las bandas se rifaban a Jonathan-, los hermanos y otro recluso más llevaban tiempo preparando la fuga y pusieron día a su plan: el 5 de diciembre. Los tres entraron en el cuarto, seguramente cerraron con llave, retiraron los barrotes que habían serrado y saltaron a un tejadillo que da a una zona de celdas de aislamiento donde no había ningún preso, lo que probablemente también sabían. De ahí, saltaron la valla perimetral que circunda la prisión, anterior al muro que da a la calle.