La excentricidad de las grandes empresas, a veces, deja noticias que, aunque lo parecen, no están sacadas de una película de ciencia ficción. Sí, está bien que un gigante como Amazon se cubra las espaldas en cualquiera de los escenarios que sea posible imaginar, pero ¿zombies? Pues sí, has leído bien.
La filial ha renovado una cláusula 42.10 de sus términos legales, que incluye la autorización para usar uno de sus productos más cotizados en caso de que "los cadáveres humanos revivan y traten de consumir carne humana viva". Tal y como recoge el periodista Toño Fraguas en un artículo para El Diario, el documento completo, de 64 páginas, establece las condiciones para usar todos los servicios de la filial Amazon Web Services (AWS). Son prestaciones como espacio de almacenamiento en servidores, bases datos, pasarelas de pago y motores para el desarrollo y ejecución de videojuegos online.
El servicio en cuestión se llama Lumberyard, y está expresamente prohibido por Amazon en equipos médicos, sistemas de transporte automatizados, vehículos autónomos, control de aeronaves o de tráfico aéreo, instalaciones nucleares, naves espaciales tripuladas o misiones militares de combate. Tan solo existe una excepción: la cláusula 42.10.
El servicio en cuestión se llama Lumberyard, y está expresamente prohibido por Amazon, salvo si se da el caso de los muertos vivientes
Así, y aunque parezca un disparate, Amazon contempla, desde 2016, una autorización expresa para utilizar Lumberyard en caso de un apocalipsis zombie: "Esta restricción no se aplicará en caso de que ocurra (…) una infección viral generalizada transmitida a través de picaduras o contacto con fluidos corporales que haga que los cadáveres humanos revivan y traten de consumir carne humana viva, sangre, cerebro o tejido nervioso y es probable que conlleve la caída de la civilización organizada".
Vamos, que Amazon permite que otros se nutran de su 'conocimiento' para buscar el diseño de alguna aplicación o servicio que pueda salvar a la humanidad en caso de que nos convirtamos en trozos de carne sedientos de otros trozos de carne. La renovación, por cierto, se hizo efectiva el pasado 3 de diciembre de 2021.