La decisión de Isabel Díaz Ayuso de declinar la reunión prevista con el presidente del Gobierno para el próximo 25 de octubre está generando revuelo. El modelo de financiación que se está pactando para Cataluña y las constantes "difamaciones" de Pedro Sánchez hacia la líder del Gobierno regional han sido los dos motivos principales que la han llevado a tomar la decisión.
Así lo confirmaba esta mañana la propia la líder del Ejecutivo madrileño a través de un comunicado. Por un lado, el escrito sentenciaba que el encuentro con Sánchez se daría tras "una ronda de reuniones posteriores a la negociación de la ruptura de la Hacienda común de todos los españoles con los socios independentistas del Gobierno". Un pacto que "va a ser letal para el Estado de Derecho, la unidad de España y la solidaridad entre regiones".
Por otro lado, el comunicado manifiesta su condena hacia las "gravísimas acusaciones" que dirigió el presidente hacia Ayuso durante su viaje a Bruselas, llamándola corrupta, entre otras cosas. "Los ministros han recibido la orden de repetirlas durante las últimas horas, en una campaña inaceptable e impropia de un Gobierno contra una administración inferior", señalan en el escrito, una situación que aseguran no haber vivido nunca antes, "el deterioro institucional al que se está sometiendo a España no puede pasarse por alto".
Enseguida, tanto Alfonso Serrano, secretario general del PP en la Comunidad de Madrid, como Carlos Díaz-Pache, portavoz del partido en la Asamblea, han salido en defensa de la presidenta. El primero ha explicado en nuestros estudios de Televisión Digital de Madrid que "es un insulto" por parte del presidente del Gobierno intentar "tapar la corrupción que asola a su partido, [...] que llega hasta su propio dormitorio", se dedique a "enfangar" a la presidenta madrileña.
Díaz-Pache, por su parte, ha señalado que "no hay motivos para acudir" al encuentro con Sánchez. "La presidenta ya dijo que no acudiría a tomarse un café -con el presidente- en La Moncloa, ni iba a debatir cuestiones en privado que deben debatirse entre todos", remarca el portavoz. Además, ha secundado las palabras del comunicado afirmando que se la "difama permanentemente", y que la lealtad institucional "es que desde el Gobierno central se insulte y se difame a una presidenta de una Comunidad Autónoma".