Los representantes del AMPA del Colegio Público Santa Teresa de Moraleja de Enmedio han denunciado a través de sus redes sociales lo que consideran "un caos" en el comienzo de la etapa 0-3 años en el centro tras el cierre el pasado mes de julio de la casita de niños.
En su denuncia defienden que "como era de esperar, por experiencias contrastadas en años anteriores, con esta implementación en otros centros, el inicio para los bebés y las familias del municipio del CEIPS Santa Teresa está haciéndose de manera chapucera".
La Comunidad de Madrid ha enviado al centro a un nuevo equipo docente con las educadoras que se encargarán de atender a los alumnos y alumnas de esta etapa, pero en el AMPA afirman que "se han encontrado con las aulas a medio preparar, sin cubrir radiadores, con falta de material y medidas de seguridad; y sin conocimiento de los bebés y sus familias en asuntos importantes como alergias, intolerancias, necesidades de cada niño/a, etc."
El curso comenzó el pasado jueves 5 de septiembre y afirman que "las familias de Moraleja no están pudiendo comenzar el curso por la propia recomendación de no llevar a los bebés o llevarlos a un lugar no adecuado a sus necesidades, emplazándoles a llevarles a partir de este lunes 9 de septiembre".
Así, aseguran desde el AMPA, que hay familias que han recibido la llamada del centro para hacerles saber todos estos incidentes y recomendarles que retrasarán la fecha para acudir al centro con sus pequeños.
En otro orden de cosas, el AMPA denuncia que hay 11 bebés que no han podido entrar al centro y se han quedado sin plaza y que otras familias (al menos 10) decidieron buscar otras opciones y ni siquiera tramitaron la petición de plaza. También denuncian problemas de espacio y aseguran que se ha elevado al máximo la ratio en la clase de 2-3 años ya que antes, en la casita de niños, había dos aulas para esta edad. Y en la etapa de 3º a 5º de Primaria se han fusionado dos clases para ganar espacios.
Todas estas denuncias vienen propiciadas por la confrontación entre el AMPA y algunas familias de Moraleja y el Ayuntamiento de la ciudad. En el final del pasado curso se anunció el cierre de la Escuela Infantil municipal debido a la mala situación económica que atraviesa el consistorio. La alcaldesa Arantxa Godino explicó en su día que se había decidido integrar la etapa 0-3 años al CEIP donde se hará cargo de la misma la administración autonómica. Así el Ayuntamiento se deshace de una competencia que no le corresponde y que no puede asumir por las deudas municipales.
A finales de julio se cerró definitivamente la casita y en este inicio de curso los niños y niñas entran directamente al Colegio donde permanecerán hasta llegar a 6º de Primaria. Pero los padres y madres del centro creen que la educación pública en Moraleja ha perdido mucha calidad con esta controvertida decisión.