La Comunidad de Madrid ha modernizado con tecnología de última generación sus servicios de Análisis Clínicos y Bioquímica y Farmacia Hospitalaria del Hospital Severo Ochoa de Leganés. Esta transformación integral de los procesos asistenciales de ambos recursos aporta calidad, rapidez y seguridad, mejorando también el desempeño de los profesionales, redundando en una mejor atención de la sanidad pública madrileña a los casi 190.000 habitantes de este municipio.
El área del Laboratorio cuenta ahora con un sistema robótico para la circulación de las muestras. Sin necesidad de manipulación manual, estas llegan desde la sala de extracciones a través de una cadena automotriz y después son transportadas en un vehículo especial mediante unas vías con dobles raíles, cruces, cambio de sentido y rotondas.
El circuito de un dispositivo de radiofrecuencia que identifica automáticamente los productos, prioriza los materiales a analizar, agilizando así los urgentes y los de pacientes oncológicos. Incluye, además, una nevera robotizada donde, tras finalizar el proceso, los componentes orgánicos se archivan durante una semana por si hiciera falta alguna prueba complementaria o realizar comprobaciones.
Otra mejora es el nuevo procedimiento de programación de las técnicas y los controles de calidad, que permite que los analizadores estén listos a primera hora de cada día, lo que beneficia especialmente a los usuarios hospitalizados.
Asimismo, este avance incorpora algoritmos para adecuar la demanda de pruebas en función de datos demográficos, diagnósticos y resultados obtenidos. De esta manera, el 90% de las de bioquímica urgente o del hospital de día oncohematológico están procesadas en menos de una hora.
MEJORAS TAMBIÉN EN LA FARMACIA
Por su parte, la robotización de la Farmacia Hospitalaria ha aportado mayor precisión en el reparto de los medicamentos para su distribución en los botiquines de los pacientes ingresados en planta, proporcionando un servicio más ágil y seguro.
Los dispositivos incorporados permiten obtener datos detallados sobre cada tratamiento para un mejor seguimiento, ya que transporta el compuesto al punto de dispensación de la sala de espera para ser entregado al enfermo bajo supervisión de un especialista.
Además de en el Severo Ochoa, esta actualización se ha llevado a cabo también en otros hospitales públicos de la región: Gregorio Marañón, Ramón y Cajal, La Paz, 12 de Octubre, Clínico San Carlos, La Princesa, Niño Jesús, Cruz Roja e Infanta Leonor, todos ellos en la capital; así como El Escorial, Puerta de Hierro Majadahonda, Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares), Getafe, Alcorcón, Fuenlabrada, Móstoles, José Germain (Leganés), Infanta Cristina (Parla), Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes), Henares (Coslada), Tajo (Aranjuez), Sureste (Arganda del Rey), La Fuenfría (Cercedilla), Guadarrama, y Virgen de la Poveda (Villa del Prado).
El proyecto, liderado por la Subdirección General de Farmacia y Productos Sanitarios de la Consejería de Sanidad en colaboración con los farmacéuticos hospitalarios, se ha desarrollado en el periodo 2021/2023 financiado con 16 millones de euros del Programa de desarrollo de medidas para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, con fondos procedentes del convenio de Farmaindustria.