Hace unos días, el Ayuntamiento de Leganés y la Fundación Metrópoli presentaban a la ciudad el proyecto Ciudad de Leganés que tiene por objetivo pensar como será el crecimiento de la localidad en el futuro a medio y largo plazo. Estaban todos invitados, pero la Federación Local de Asociaciones de Vecinos no asistió al acto porque están en completo desacuerdo de esta iniciativa.
En una nota de Prensa la FLAV afirma que "la ciudad de Leganés arrastra décadas de un urbanismo cuyo único objetivo ha sido el de calificar y calificar suelo rústico para operaciones inmobiliarias, , ya sean residenciales o industriales sin importar los intereses de la ciudadanía".
Para las asociaciones de vecinos el urbanismo siempre ha tenido como protagonistas a los actores que gestionan el suelo y los que se dedican a la promoción y construcción de viviendas. Y a todos estos actores no les preocupa ni la calidad de vida de la ciudadanía, ni cómo son los barrios que se desarrollan, ni los equipamientos que deben existir.
"No hay más que ver que cuando el planeamiento desarrolla un sector, a los citados actores lo único que les preocupa es colocar sus piezas de tal manera que tengan una buena venta y resultado económico, por ello terminan ubicando los elementos de interés para la ciudadanía como son los equipamientos (centros culturales, instalaciones deportivas, residencias, centros educativos,...) en los córner o en los límites de los desarrollos, por dar un ejemplo", explican desde la FLAV.
Por estos motivos consideran que este proyecto que patrocina el alcalde va en ese sentido, en el de continuar con el viejo urbanismo que sirve para el beneficio de unos pocos y que luego padece la ciudadanía y los barrios de las ciudades.
Las Asociaciones Vecinales quieren hablar del Modelo de Ciudad, de la Ciudad de los Cuidados, de la Ciudad en la que se oigan las opiniones feministas, las de los más pequeños, de los jóvenes que no tienen empleo ni posibilidad de acceder a una vivienda, de una ciudad en la que se potencie un parque público de vivienda en alquiler, en la que exista alternativa habitacional para las familias con escasos recursos económicos (sociales), en la mejora de los barrios que son calificados como “barrios vulnerables”, en hacer una ciudad plenamente accesible tanto en la calle como en el acceso y dentro de sus casas, en utilizar los tejados para fomentar el tejido verde y/o a la generación de energía, en la rehabilitación de cientos y cientos de edificios que ya tienen más de 30 y 50 años, en una Ciudad en la que se potencie una movilidad urbana sostenible en bici o andando, que recupere espacios hoy privatizados para el uso público, que consiga obtener los ratios adecuados de habitantes/equipamientos y zonas verdes, en dotarnos de normas locales que faciliten la vida de la ciudadanía y no la especulación...
Todo esto, están seguros que no les interesa a los promotores de este proyecto ya que para la FLAV están a otras cosas, al urbanismo que genera importantes beneficios y de manera rápida, aunque esto sea a costa de la ciudadanía. La Federación lo que propone es aprovechar la discusión del Modelo de Ciudad para mejorar la vida de la gente y de facilitar derechos que hasta ahora no disfrutan.