La Federación Local de Asociaciones Vecinales de Leganés (FLAVL) se ha personado en el expediente que instruye la Subdirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid debido a la demolición del edificio situado en Plaza España nº3, la conocida por los vecinos como la casa de los Fernández-Cuervo, que comenzó a derribarse en marzo del pasado año.
La Comunidad de Madrid está investigando el derribo que realizó el Ayuntamiento de Leganés, debido a que se trataba de un inmueble protegido, y que estaba dentro del Plan Especial de Reforma Interior del Casco Antiguo de Leganés PERI-1 establecido dentro del Plan General de Ordenación Urbana de 1985, el cual aún sigue vigente. Este acto lo llevó a cabo el anterior equipo de gobierno, formado por una coalición PSOE-CS.
Según argumenta la Subdirección General que instruye el caso, el inmueble contaría con el régimen de protección de Bien de Interés Patrimonial, en virtud de la Disposición Adicional tercera de la Ley 8/2023 de 30 de marzo de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid. Desde el Ayuntamiento aseguraron cuando comenzó el derribo que en el actual plan urbanístico el edificio no figuraba como bien protegido, por lo que era totalmente legal. Sin embargo, tras la investigación que se está llevando a cabo puede que esto no fuese así.
Desde la FLAVL aseguran estar interesados en "el cumplimiento de la legalidad vigente y en la defensa del patrimonio histórico de la ciudad y por ello el interés de esta Federación de personarse en el expediente abierto para conocer todo lo que en él se exponga y efectuar las aportaciones que sean necesarias en defensa de la legalidad vigente y defensa del patrimonio histórico de la Ciudad”.
La demolición de la casa de los Fernández-Cuervo, en plaza de España nº 3 pudo ser ilegal, al tratarse de un Bien de Interés Patrimonial
Antes del derribo, la Federación Local de Asociaciones Vecinales de Leganés intentó por todos los medios evitar la demolición de dicho edificio, tratando de proponer alternativas al Gobierno municipal, como la adquisición del edificio por parte del consistorio, con el objetivo de que se restaurase y se pudiera transformar en un centro cultural donde asociaciones sociales y culturales pudieran desarrollar distintas actividades beneficiosas para los vecinos.
El inmueble tenía interés histórico, arquitectónico y etnográfico, pues perteneció a la familia Fernández-Cuervo, una de las más influyentes en el municipio desde el siglo XIX, y más aún desde la restauración monárquica de Alfonso XIII. De hecho, dos de sus miembros fueron alcaldes de la localidad, el primero de ellos fue José Fernández Cuervo de Grado en dos periodos distintos durante finales del siglo XIX, y José Fernández Cuervo Sánchez fue el último alcalde de la localidad previo a la Segunda República.