Estamos a finales de abril y vivimos la primera ola de calor del año con temperaturas que superan las habituales para estas fechas, situación que podría convertirse en norma para el futuro.
Se trata de las consecuencias del cambio climático y para Leganemos se deben tomar ya medidas para adaptarnos y paliar las consecuencias. La formación considera que adaptarse es la manera de reducir los riesgos para la salud. Y proponen un batería de medidas urgentes, enmarcadas en un Plan de Mitigación de los efectos del Cambio Climático.
Desde Leganemos señalan que cada vez más estudios científicos avalan el papel de las zonas verdes en la reducción de las temperaturas de las ciudades con la consiguiente disminución de riesgos para la salud. Asimismo, los estudios señalan otros beneficios de estos espacios, como pueden ser la mejora del bienestar emocional en infancia y la prevención de la ansiedad y la depresión en adolescencia y juventud. En el caso de adultos y personas mayores destacan la reducción de la mortalidad, del riesgo de enfermedad cardiovascular y mejores niveles de salud física y mental.
Las evidencias constatan que el cambio climático hace cada vez más hostil la vida en las ciudades y pone a las personas en riesgo, especialmente a aquellas más vulnerables. Esta realidad exige la atención de la Administración Pública, dirigida a la puesta en marcha de políticas de protección de la infancia, la adolescencia y otros colectivos vulnerables, dirigidas a velar por la salud, también la mental, en un contexto de impactos provocados por los efectos del cambio climático.
Por todo ello los barrios deben tener suficientes espacios verdes para que la ciudadanía se pueda ver beneficiada. En Leganés hay que avanzar en fortalecer las masas verdes de los parques y jardines y en aumentar la presencia vegetal en las plazas, asegurando más sombra y disponibilidad de agua para las personas y los animales. Asimismo, dentro de los servicios que deben ofrecer los barrios, se deben encontrar los Centros Cívicos abiertos todos los días en periodos de olas de calor y frío.
Por su parte, las viviendas deben adaptarse para mejorar el aislamiento térmico, lo que es beneficioso tanto para las altas como las bajas temperaturas. Son inversiones que consiguen mejorar el confort en los hogares, rebajar la factura energética y reducir los riesgos para la salud de las temperaturas extremas. Una vez más, los barrios con viviendas más envejecidas son más vulnerables y requieren de intervenciones prioritarias.
En la Comunidad de Madrid 11 hogares de cada 100 no pueden mantener una temperatura adecuada en su hogar
La cuantía de las inversiones necesarias para lograr dicho aislamiento es alta, tanto en el caso de las familias como de las comunidades de vecinos. Por ello, el Ayuntamiento debe facilitar líneas de subvención con dotación presupuestaria suficiente para poder realizar las obras necesarias, garantizando que la transición ecológica no deja a nadie atrás. Asimismo, debe facilitar los trámites para obtener las ayudas y agilizar su concesión.
En palabras de Fran Muñoz, Concejal-Portavoz de Leganemos: “en la Comunidad de Madrid 11 hogares de cada 100 no pueden mantener una temperatura adecuada en su hogar. Desde los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Leganés se debe incorporar la pobreza energética como un indicador de vulnerabilidad, hacer seguimiento a las familias afectadas y ofrecer soluciones, con especial urgencia en el caso de familias con personas menores, mayores o con dependencia. Con todo ello se logra que los hogares y los barrios se adapten mejor a las personas y las familias y se facilita que las personas mayores puedan permanecer todo el tiempo posible en sus hogares. Así, creamos barrios para la vida, que ofrecen calidad de vida y no expulsan”.